martes, 27 de diciembre de 2016
Consagración al Inmaculado Corazón de María Medjugorje
at 17:35 - by Piruleta
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La consagración al Inmaculado Corazón de María es un acontecimiento que sólo podrá llevar a cabo un número escogido de personas. ¿Quién las escogerá?
Ella
invita a todo hombre o mujer que reciba este pequeño libro para que se aliste
en el ejército que Ella está preparando para los tiempos finales que preceden
al Triunfo definitivo de su Inmaculado Corazón, hecho que acaecerá
irreversiblemente según los designios de Dios, tal como la Virgen de Fátima lo
anunció en su momento.
Los
que llevan a cabo la consagración al Inmaculado Corazón de María, con una
verdadera y sincera preparación, tal cual es solicitada por Ella misma y según
sus propias palabras, transcritas en este libro, recibirán al Espíritu Santo en
sus corazones y sus vidas se encaminarán hacia una santidad y perfección
radical, bajo la protección especial de la Santísima Virgen.
A
partir del momento de la consagración, Ella los alistará en su ejército
triunfador y formarán parte de su séquito el día del Señor. Sólo se requiere
meditar cada día lo que la Santísima Virgen habla para cada uno de ellos, poner
en práctica lo que Ella misma sugiere en sus locuciones y prepararse intensa y
sencillamente con la mejor disposición de ánimo, confiados de que Ella nos
ayudará para que realmente surja una verdadera conversión en nuestro corazón.
Es una promesa que Ella tiene al que desee formar parte de su gran Ejercito
Triunfador.
Si
a lo dicho se une la oración sincera de corazón, durante todo el periodo de
preparación, la eficacia de esa oración estará garantizada por la propia
promesa y palabra de la Santísima Virgen que está ya en el tiempo en que va a
lograr aplastar definitivamente la cabeza de la serpiente infernal.
Si
rechazas esta gracia particular, gratuita y no merecida por nadie y que Ella te
está ofreciendo por medio de este libro, estarás renunciando voluntariamente a
una de las más grandes y mejores oportunidades que Dios ha concedido para tu
Santificación y Salvación final. Esta es una gracia y un don que el Corazón de
Jesús tenía reservado únicamente para estos tiempos finales.
EN
QUÉ FECHAS EMPEZAR LA PREPARACIÓN PARA CONSAGRARSE EN UNA FESTIVIDAD MARIANA
Individual,
pero preferentemente con un grupo de devotos, haga(n) lo siguiente:
1.
Escoja(n) una festividad de la Santísima Virgen
2.
Cuente(n) 33 días antes de esa festividad o utilice(n) la tabla que viene a
continuación
3.
Haga(n) la preparación en cada uno de esos 33 días siguiendo los mensajes,
reflexiones
y
meditaciones como aparece en las páginas siguientes.
4.
Conságrese (Conságrense) el día de la festividad correspondiente.
Fecha
de inicio Día de la Consagración Festividad de esa fecha
29
de Noviembre 1 de Enero María Madre de Dios
31
de Diciembre 2 de Febrero Purificación de María
9
de Enero 11 de Febrero Nuestra Señora de Lourdes
1
de Febrero 6 de Marzo Santa María de la Providencia
20
de Febrero 25 de Marzo La Anunciación
10
de Abril 13 de Mayo Virgen de Fátima
21
de Abril 24 de Mayo María Auxiliadora
28
de Abril 31 de Mayo La Visitación a Santa Isabel
Movible
Inmaculado Corazón de María
14
de Mayo 16 de Junio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
10
de Junio 13 de Julio Virgen Rosa Mística
13
de Junio 16 de Julio Nuestra Señora del Carmen
3
de Julio 5 de Agosto Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor
13
de Julio 15 de Agosto La Asunción de Marta
20
de Julio 22 de Agosto María Reina
6
de Agosto 8 de Septiembre Nacimiento de María
9
de Agosto 11 de Septiembre Nuestra Señora de Coromoto
10
de Agost 12 de Septiembre El Dulce Nombre de María
13
de Agosto 15 de Septiembre Virgen de los Dolores
22
de Agosto. 24 de Septiembre Virgen de la Merced
4
de Septiembre 7 de Octubre Ntra. Señora del Santísimo
Rosario
9
de Septiembre 12 de Octubre Virgen del Pilar
16
de Octubre 18 de Noviembre Virgen de Chinquinquirá
19
de Octubre 21 de Noviembre Presentación de la Virgen en el templo
25
de Octubre 27 de Noviembre Virgen de la Medalla Milagrosa
5
de Noviembre 8 de Diciembre La Inmaculada Concepción
9
de Noviembre 12 de Diciembre Nuestra Señora de Guadalupe
21
de Noviembre 25 de Diciembre Nacimiento de Nuestro Señor
INSTRUCCIONES
DADAS PARA REALIZAR LAS TREINTA Y TRES SESIONES PREPARATORIAS A LA CONSAGRACIÓN
PARA
CADA UNO DE LOS TREINTA Y TRES DÍAS:
A.
MENSAJE, GUÍA, DIRECCIÓN Y MEDITACIÓN DEL DÍA
Luego
se hace la Coronilla de las Virtudes diariamente
B.
LA CORONILLA DE LAS VIRTUDES
Nuestra
Señora tenía en su mano izquierda una coronilla rosada y dorada y rezaba con la
mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones muy despacio y reverentemente
con mucho amor.
En
la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace unas promesas:
La
promesa de la perseverancia en la oración para el crecimiento de las virtudes
La
siembra de las semillas de santidad por las cuales la gracia será cultivada.
Esta
coronilla contiene todas las virtudes que Nuestra Señora desea encontrar en
nuestras almas.
Las
gracias contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir
nuestras almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.
Queridos
míos: estas oraciones son para obtener las virtudes. Se empieza con el Credo,
luego sigue la Consagración a Mi Corazón Inmaculado y después el Ángelus.
Posteriormente se reza la virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al
Padre y la oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y
así se contemplan las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad,
Paciencia, Perseverancia y Obediencia. (Octubre, 1 de 1.992)
LA
CORONILLA SE REALIZA DE LA SIGUIENTE FORMA
I.
ORACIONES INTRODUCTORIAS
CREDO
CONSAGRACIÓN
A LA
SANTÍSIMA
VIRGEN
EL
ÁNGELUS
EL
CREDO
Creo
en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a las cielos y está sentado
a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha devenir a juzgar a
vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y
la vida eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN
CORTA A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh
Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi
filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi
corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de
bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.
Amén
EL
ÁNGELUS
V.
El ángel de Señor anunció a María.
R.
Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave
María
V.
He aquí la esclava del Señor.
R.
Hágase en mí según tu palabra.
Ave
María
V.
Y el Verbo se hizo carne.
R.
Y habitó entre nosotros.
Ave
María
V.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor
Jesucristo.
Amén
Oremos:
«Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por
la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por
los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo
Cristo Nuestro Señor. »
Amén
II.
PETICIÓN DE LAS VIRTUDES
Se
realiza de la siguiente forma:
Se
pide en oración, secuencialmente, cada una de las siguientes virtudes:
a.
Virtud de la Fe
b.
Virtud de la Esperanza
c.
Virtud de la Caridad
d.
Virtud de la Humildad
e.
Virtud de la Paciencia
f.
Virtud de la Perseverancia
g.
Virtud de la Obediencia
Con
cada una de la petición por las virtudes se deben recitar las siguientes
oraciones:
1.
Padre Nuestro…
2.
Gloria al Padre…
3.
Oración al Espíritu Santo
La
Oración al Espíritu Santo fue revelada:
Ven
Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven
Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven
Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios;
Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria
de Dios. Amén. (Diciembre 23 de 1991)
III.
ORACIONES FINALES
Para
terminar, se hacen las siguientes oraciones también reveladas:
¡OH
MARÍA Y ORACIÓN
DE PENTECOSTÉS
¡OH
MARÍA!
«Oh
María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de
pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo
propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.
Ayúdame,
Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)
ORACIÓN
DE PENTECOSTÉS
Mientras
se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén
abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así
avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón.
Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del
rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea
magnificada a través de nuestras vidas.
«Mis
queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a
ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria
a Su Nombre. » (Junio 6 de 1992)
«Espíritu
de Cristo: despiértame;
Espíritu
de Cristo: muéveme;
Espíritu
de Cristo: lléname;
Espíritu
de Cristo: séllame.
Oh
Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;
Sé
en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en
mí sea una luz que todos vean». Amén (Junio 7 de 1992)
cruz
en kicevak medjugorje fondo
ESQUEMA
DE CADA UNA DE LAS TREINTA Y TRES SESIONES DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN
A.
MENSAJE, GUÍA Y DIRECCIÓN DEL
DÍA
…
B.
CORONILLA DE LAS VIRTUDES
DIARIA
I.
ORACIONES INTRODUCTORIAS
Credo
de los Apóstoles
Consagración
corta
Ángelus
II.
PETICIÓN DE LAS VIRTUDES
Te
pido Madre que alcances para mí la Virtud de la:
Fe
Esperanza
Caridad
Humildad
Paciencia
Perseverancia
Obediencia
Luego
de cada una de las siete peticiones las siguientes oraciones:
1.
Padre Nuestro
2.
Gloria
3.
Oración al Espíritu Santo:
Ven
Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios;
Ven
Espíritu Santo, dentro de mi mente, para
conocer
las cosas que son de Dios;
Ven
Espíritu Santo, dentro de mi alma ,para que yo le pertenezca solamente a Dios;
Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios.
Amén
III.
ORACIONES FINALES
¡OH
MARÍA:
Oh
María; transforma mi corazón como el tuyo;
Colócale
alrededor una corona de
pureza
adornada con virtud;
Toma
mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio;
Preséntaselo
a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.
Ayúdame,
Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día
ORACIÓN
DE PENTECOSTÉS
Espíritu
de Cristo: despiértame;
Espíritu
de Cristo: muéveme;
Espíritu
de Cristo: lléname;
Espíritu
de Cristo: séllame.
Oh
Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;
Sé
en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en
mí sea una luz que todos vean. Amén
misa
aire libre medjugorje fondo
SECUENCIA
PARA LA PREPARACIÓN A LA CONSAGRACIÓN DURANTE LOS TREINTA Y TRES DÍAS
PRIMER
DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: el acto de Consagración a mi Corazón Inmaculado, como yo les digo, es un
acto de amor y no simplemente palabras. Me llena de regocijo saber que sus
corazones lo entienden así.
Les
digo que sus corazones son la ventana del alma, el acto de consagración abre
esa ventana; sus almas son como un prisma diseñado por Dios, como su propio
reflejo. Si en este prisma hay impurezas, no podrá reflejar la gloria para la
cual fue diseñado; para llevar claridad al alma ustedes deben rezar, para traer
claridad al alma tienen que rezar; solamente por medio de la oración pueden ser
disueltas todas las impurezas.
Queridos
míos: miren dentro de mi Corazón pues al asomarse a él recibirán a la Trinidad;
Yo solo puedo reflejarles la presencia de Dios.
Escuchen,
hijos míos: les aseguro, abran sus corazones para recibir la luz de Dios y
permitan que solo Él se refleje en ustedes» (Julio 7 de 1992)
GUÍA
Nuestra
Señora nos trae un llamado a su misión: La misión para su Triunfo.
Esta
misión comienza con nuestra Consagración a su Inmaculado Corazón; de esta
manera nosotros respondemos al llamado de santidad y a la búsqueda de paz
dentro de nosotros mismos y en el mundo entero.
Debemos
comenzar por darnos cuenta que este es un llamado a una conversión personal,
que envuelve nuestra propia alma y corazón, que permite a Dios obrar en
nosotros y por medio de nosotros.
El
acto de Consagración es exactamente lo que Nuestra Señora ha dicho: un acto. El
acto de Consagración unirá nuestros corazones con el de Ella hacia su Hijo a
través de una gracia especialmente creada.
DIRECCIÓN
La
oración es la que crea nuestra relación con Dios. Mediante este acto de
comunión, Dios viene a nuestros corazones y nosotros vamos hacia Él. Por medio
de la oración, todas las impurezas que hay dentro de nosotros, pueden ser
llevadas ante El y transformadas por su Gracia. Tener serenidad en el alma es
estar lleno de la presencia de Dios. Primero debemos unirnos como uno a Dios;
entonces, por medio de nuestra unión con Él, Él podrá obrar maravillas por
medio nuestro.
MEDITACIÓN
¡Oh
Corazón Inmaculado de María!, ayúdame para que la ventana de mi alma permanezca
siempre abierta y transparente para que todas las impurezas puedan ser borradas
y que Dios sea magnificado y glorificado, a través de mi propia conversión,
consagración y testimonio. Madre querida, que yo pueda poner en acción las
palabras que te prometo. Abre mi corazón para que yo me convierta en la señal
del Triunfo en todo el mundo.
«Serán
como Ángeles en el Cielo». (Mateo 22:30)
Coronilla
de las virtudes
SEGUNDO
DÍA
MENSAJE
«Mis
queridos hijos. Vengo a ofrecerles mi más grande regalo: darles mi amor en un
intercambio muy especial – Mi Corazón por el de ustedes. En este intercambio,
ustedes harán el Acto de Consagración a mi Inmaculado Corazón participando así
en mi Triunfo. Hijos míos, yo lo pido pero la decisión es solamente de
ustedes». (Agosto 9 de 1992)
GUÍA
Nuestra
Señora nos recuerda cual es el propósito de la Consagración. La Consagración
encierra la promesa del alma de ser poseída por Ella y por medio de Ella por
Dios, por el Espíritu Santo. Como Ella permanece como la esposa del Espíritu
Santo, todo le es dado por Dios y de este modo, nuestros corazones también
están prometidos a Dios por medio de nuestra Consagración a Ella.
Como
el propósito entero de Nuestra Señora es llevar a todos los corazones a su
Hijo, Ella en efecto, está recogiendo todas las almas para Él.
En
el Acto de Consagración, por medio de la gracia divina, nuestro corazón es
intercambiado por el corazón de Nuestra Señora y entonces nuestras almas son purificadas
y sanadas por medio de una reconciliación enfocada hacia Dios. Cuando el alma
llega a unirse con Nuestra Señora, el deseo de imitarla a Ella se convierte en
el propósito de esta unión.
El
corazón es elevado al nivel de pureza necesaria para que corresponda con la
imitación de Nuestra Señora y así llegar a la atmósfera Espiritual necesaria
para que pueda ocurrir el intercambio de corazones. En esta invitación, nuestro
corazón es atraído por la fuerza del deseo para que pueda encontrarse al otro lado
con Dios para el intercambio. El Acto de Consagración es una comunión
Espiritual con Jesús a través del Corazón de Nuestra Señora.
DIRECCIÓN
Nuestra
Señora nos dice que nosotros no reconocemos el poder que se nos da por medio de
la oración. Nosotros llevamos la llave para la paz del mundo en nuestros
corazones. Por medio de la oración, la relación entre Dios y nosotros es
aumentada; y mediante este tiempo que pasamos con Él, de corazón a corazón,
todas nuestras necesidades serán satisfechas.
Nosotros
debemos dedicar un tiempo para hacer crecer esta relación. No es posible tener
una relación de uno solo nada más. Debemos darle tiempo a Él, para que Él
revele a nuestro corazón sus designios para nosotros. En la soledad de la
oración, nuestra alma aprende todos los misterios del Cielo.
MEDITACIÓN
¡Oh
Corazón Inmaculado de María!, ayúdame a rezar para que el fuego de mi corazón
pueda llegar, por medio tuyo, al nivel necesario para el intercambio de mi
corazón por el tuyo. Madre querida, yo ruego para poder darte el «Sí» de la
simplicidad, creada por la pureza de mi corazón con la intención de imitar a tu
corazón. Santa María, asísteme en mi deseo para amar a Dios con toda mi alma,
para hacer todo lo que esté en mi poder para agradarlo a Él, que me ama tanto. Deseo
unirme a Ti eternamente para que Tú puedas presentarme ante el trono de Tu Hijo
en un estado de perfección y lleno de amor sagrado.
«Y
todo el que deja casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades,
por amor de mi Nombre, recibirá cien veces lo que dejó y tendrá por herencia la
vida eterna. (Mateo 19, 29)
Coronilla
de las virtudes
TERCER
DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, te pido que renueves tu consagración a mí de una manera muy especial. En
el día de tu consagración, pido que todos mis hijos se unan a mí, que vengan
todos juntos y se consagren a mi Inmaculado Corazón. Ustedes no perciben
cuantas gracias hay encerradas en este Acto, anhelo llevarlos a todos en mis
brazos maternales y presentarlos a Dios Padre en el Cielo. Yo te presento a mi
Hijo, que es tu verdad, tu vida y el Camino hacia la vida eterna en el Cielo.
Vengo
a la tierra tan frecuentemente porque el mundo está influenciado por
decepciones y por maldad. Deseo guiarlos hacia el mensaje completo del
Evangelio, de esta manera ustedes podrán moldear sus vidas y así ganar la
corona del cielo. Te advierto, querido Ángel, el mundo sucumbirá ante las
tinieblas de las grandes tribulaciones. Les ruego que todos se entrelacen con
mi Inmaculado Corazón que pueda protegerlos y guiarlos a través de tanta
oscuridad. Les aseguro que ustedes no saben que difícil es, queridos hijos,
escapar a las trampas de maldad que Satanás les prepara. Sus seducciones se han
hecho atractivas y tan sutiles que sólo mediante la unión de nuestros corazones
ustedes podrán salvarse de ellas.
Cada
día se hará más claro que el rebaño que está consagrado a mí Corazón y llevado
en mis brazos en esta hora final, será la de aquellos que son fieles al mensaje
del Evangelio, al Vicario de Cristo y que adoran la presencia de mi Hijo en la
Eucaristía; estos serán envueltos en los pliegues de mi manto mediante la
Consagración a mi Inmaculado Corazón.
Es
esta la forma como Yo deseo guiarlos a la glorificación de la Santísima
Trinidad. Ustedes encontrarán el paso por la puerta de mi Corazón y por este
medio esparcirán la luz del esplendor divino. Cuando la luz que ustedes
contienen sea esparcida sobre la tierra y mi parte, como portadora de esta luz
se haya ya cumplido, mi Jesús reclamará el Reinado de su Sagrado Corazón y
restaurará su Reino.
Con
los esfuerzos más pequeños ustedes derramarán esta gloria y así permanecerá en
sus manos el Triunfo y la proclamación de nuestros dos corazones entre la
humanidad». (Octubre 17 de 1992)
GUÍA
La
preparación para la consagración le da al alma una base para recibir una gracia
excepcional, porque para que Dios conceda una gracia al alma, ésta tiene que
estar preparada para recibirla. La preparación es un acto de purificación del
alma y este acto de preparación debe ser completado a un nivel comparable con
la grandeza de la gracia que será otorgada por Dios.
Este
acto de consagración es una comunión Espiritual con Él, por medio del Corazón
de María y nunca deber ser hecho a la ligera. Debemos hacer nuestra
consagración con un profundo sentido de la realidad de la gracia que está
contenida en este acto. La preparación que precede al acto debe ser tomada muy
seriamente. El propósito de esta preparación es darle al alma una base para
recibir esta gracia tan grande. Nuestra Señora dice que antes que Dios pueda
conceder una gracia en toda su plenitud, el alma debe estar preparada para
recibirla.
DIRECCIÓN
Lo
primero que debemos buscar en nosotros es un ardiente deseo de perfección en el
alma. Este es el medio por el cual se adquiere la santidad. Nuestra consagración
al Inmaculado Corazón de María, nos facilita la perfección en el alma. Primero
tenemos que progresar en virtud y aspirar al grado más alto de santidad por
medio de nuestro propio deseo.
Los
deseos santos son las alas benditas con las cuales uno escapa de los lazos
mundanos. Por este medio nosotros estaremos aptos para volar hacia las alturas
de perfección, donde encontraremos la paz que el mundo no puede darnos.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ayúdame a abrir mi alma para recibir la gracia
inmensa que Dios desea concederme. Que yo me prepare con un entero conocimiento
de los dones preciosos que mi alma va a recibir; que me entregue con toda
sinceridad, humildad y pureza para obtener lo que Dios se digne extender sobre
mí, sin que yo lo merezca.
«La
voluntad de Dios es que se hagan Santos» (1 Tesalonicenses 4, 3)
Coronilla
de las virtudes
CUARTO
DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, es en la respuesta de mi llamado, como todos mis hijos reciben cada gracia
que ellos imploren de mi Inmaculado Corazón. Tu convicción, puesta dentro de la
Consagración a mi Corazón maternal, permite que el Espíritu Santo se mueva
dentro de ti, a través de Mí.
Te
lo digo otra vez para que lo recuerdes: será cuando ya no sientas la tierra
bajo tus pies, cuando tú constatarás que estas en vuelo hacia mi abrazo.
Ángel
mío, nunca dudes de las palabras que te he dicho sobre el deseo de Dios Padre
para la santa ejecución de mi triunfo: Es en esta unión concedida entre mis
escogidos, y la conformidad a la voluntad de Dios, como la afirmación de la
convicción será inspirada en cada uno de sus corazones» (Diciembre 7 de 1992)
GUÍA
Se
necesita una gracia excepcional para llevar el alma al estado en que este
intercambio celestial de corazones pueda ocurrir; se necesita un fuego
abrasador.
La
consagración levanta el alma hasta el punto donde Dios se mueve hacia ella para
elevarla por encima de la capacidad humana de amar; en esencia, Dios levantará
el alma al conocimiento del Cielo.
El
alma, puede moverse humanamente hasta el punto donde Dios puede corresponder a
ella y atraerla hasta el momento del intercambio, pero solo Dios puede atraer
el alma a este nivel espiritual. Se necesita un amor divino e intenso para
causar la transformación del alma y del corazón, hasta el punto de la fusión
necesaria para que se realice tal milagro.
Si
la base para la consagración no está puesta dentro del alma, el alma no puede
moverse libremente hasta el punto que debe alcanzar para que ocurra el intercambio.
Es
el esfuerzo por parte del alma, el que alimenta el deseo de amar de Nuestra
Señora, pero solo Dios como mediador puede realizar el acto divino del
intercambio en el acto de la consagración.
La
preparación debe ser vista con tanta importancia como el acto mismo de la
consagración; de otra manera el alma no podrá recibir la gracia diseñada
específicamente para la consagración.
DIRECCIÓN
¿Cómo
es que los deseos fervientes hacen volar el alma a Dios?, los buenos deseos dan
fuerza y coraje y disminuyen el trabajo y la fatiga de ascender la montaña de
Dios. El que no tiene un deseo ardiente para obtener la santidad durante los
tiempos difíciles, no podrá llegar nunca a la perfección.
Nosotros
no debemos descansar en nuestro deseo intenso para alcanzar la santidad, sino
que debemos correr continuamente para poder obtener la corona de pureza
adornada con virtud; esta es una corona incorruptible que Nuestra Señora desea
tanto colocar sobre nuestra alma a través de nuestra consagración a su
Inmaculado Corazón.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ruega para que mi corazón se abra ante la gracia
que lo transformará en imitación al tuyo. Haz que yo pueda obtener, por el
poder del Espíritu Santo, el deseo que me mueva hacia ti y que mi corazón pueda
ser conducido hacia el momento del intercambio; que sea creado un fuego
abrasador que pueda arder tan brillantemente, para que el milagro de la
transformación pueda envolver mi corazón y mi alma y ser levantada hasta las
alturas prometidas por Dios.
«
¿Quién subirá hasta el monte del señor?, ¿Quién entrará en su recinto santo? El
que tiene manos inocentes y puro corazón, el que no pone su alma en cosas
vanas, ni jura con engaños» (Salmo 24, 34)
Coronilla
de las virtudes
QUINTO
DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: ustedes están despertando al amanecer de mi Triunfo. Ruego por su unidad
en la respuesta a mi llamado.
Les
doy la alternativa para la paz en el mundo: pongan en práctica queridos míos,
la suplica de mi Inmaculado Corazón y espero sus respuestas en la tierra donde
he obtenido mi mayor victoria, Rusia. Para contestar el llamado de estos hijos
a mi Corazón, extiendan sus conversiones a través de este lugar; confío en
ustedes la conclusión de mi mensaje del pasado para dar victoria y efecto a mis
palabras». (Diciembre 7 de 1992)
GUÍA
Primero:
en la preparación para la consagración, el alma debe permanecer abierta; y el
deseo fundamental de amar a Nuestra Señora debe estar presente. Este tiene que
ser un deseo puro, sin complicación y sin otro motivo más que el de puro amor
hacia Ella.
Segundo:
El alma debe desear una reconciliación con Dios; esta gracia es otorgada en
parte con la consagración misma, porque es una gracia de unidad; pero sin
reconciliación, la unidad total no puede formarse, porque la plenitud de la
gracia que ha sido concedida está efectivamente bloqueada. La gracia debe ser
colocada dentro de lo más profundo del alma, y es solo mediante la
reconciliación que la gracia de Dios puede ser recibida perfectamente; como es
tan inmensa la gracia otorgada, así debe ser la reconciliación.
Tercero:
el alma debe encontrar solitud (soledad) para alimentar el estado de amor por
Nuestra Señora; solo en la solitud, su amor puede ser manifestado y realizado
en el alma.
Cuarto:
el conocimiento de las expectativas de Nuestra Señora en el alma tiene que ser
ganado. Es muy fácil para nosotros saber lo que esperamos de Ella, pero muy
pocas veces permitimos que las expectativas de Ella sean conocidas por
nosotros. Debemos tener una comprensión clara de lo que Ella espera de
nosotros; sin este conocimiento es muy difícil para el alma realizar los frutos
de la consagración.
Pidamos
para poder comprender las expectativas de Dios a través de Nuestra Señora, para
que sean manifestadas a nuestras almas.
DIRECCIÓN
En
nuestro deseo de adquirir perfección, debemos buscar frecuentemente la virtud
más exaltada: la de amar a Dios más que todos los santos, sufrir más que todos
los mártires, tolerar y perdonar todas las injurias, aceptar toda clase de
sufrimiento por el bien de salvar un alma y efectuar actos de caridad por amor
al prójimo primero. Estas santas aspiraciones y deseos crearán en nuestra alma
la llama de la virtud y el reino de pureza y simplicidad; estas son bases
fundamentales para la consagración.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ayúdame a avanzar en perfección mediante el deseo
de obtener virtud y pureza; que yo pueda contemplar la bondad de Dios en mi
vida y abrir mi corazón a los menos capacitados, para reconocer los favores que
Él les concede; pide perdón en mi nombre por la falla de amar y honrar tu
tierno corazón más fervientemente. Madre querida, átame y úneme a tu Hijo, para
que yo sea enteramente suyo como Él lo desea.
«Crea
en mi, Oh Dios, un corazón puro, pon en mí Espíritu firme» (Salmo 51, 12)
Coronilla
de las virtudes
SEXTO
DÍA
MENSAJE
«Hijos
míos; junten sus corazones como uno solo, recuerden la intención de sus
respuestas a mi llamado para honrar, amar y servir a la Trinidad, tres personas
en una.
Los
amo y deseo para ustedes solo bondad y regocijo. ¡Mucho se alcanzará para este
día!; Prepárense para la batalla: la batalla final, para la armonía y la paz;
manténganse fuertes y unidos, sosténganse bajo la promesa de la paz global; el
Padre Todopoderoso lo ha asegurado.
El
acto de consagración ha sido presentado y aceptado; la conversión espera, Él
ansia poseer cada corazón para llenar cada alma con su reino. Tomen mi mano no
teman, corran conmigo, no vacilen, empujen todo su ser al corazón de esta
misión, deseo sus respuestas al llamado de conversión.
Queridos
hijos, esto significa, no solo que ustedes se consuman, sino repartir esta
chispa de amor; la unidad no puede ser creada por uno mismo, sino alcanzando
los corazones de los que te rodean y haciéndote al corazón que alcanza el tuyo.
La conversión se encuentra en ti por medio del reflejo de Él». (Diciembre 31 de
1992)
GUÍA
El
alma reconoce que al hacer la consagración, ciertas peticiones de gracia,
intercesión, guía y dirección son concedidas por Nuestra Señora; pero también
es importante comprender lo que Ella nos pide a cambio. Debemos recordar que no
puede haber una relación de un solo lado, debe estar presente la participación
de ambos lados; nosotros no podemos seguir adelante sin saber cual es el
resultado que nos espera al final. Nuestra Señora nos pide que avancemos en
santidad, pero es solo por su mano como se nos da el modo para cumplirlo.
DIRECCIÓN
Es
verdad que cualquier bien que nosotros hagamos viene de Dios, y que sin su
gracia, nosotros no podemos ni pronunciar su nombre; comprendamos que nosotros
dependemos enteramente de la gracia. Pero Dios nos ordena tomar nuestra parte y
cooperar con Él en la obra de salvación; muchos desean llegar a ser santos pero
quieren que Dios haga todo el trabajo y que Él los lleve a la gloria eterna sin
esfuerzo o inconveniencia para ellos; pero esto es imposible, la ley divina de
Dios declara que la carga debe ser llevada por los dos, para mostrar que su
mano divina y nuestra cooperación son indispensablemente necesarias para crear
la santidad del alma.
Al
llevar esta carga, se gana el mérito de la felicidad eterna; por esto, nosotros
tenemos que someter nuestras voluntades a la vivencia evangélica para así
aplastar el obstáculo a la santidad.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, confiado en la Misericordia infinita de Dios,
ruego con firme confianza que pueda amarte con todo mi corazón; veo que las
gracias que yo recibo, la luz, los buenos deseos y la buena voluntad que Dios
me da, son el fruto de tu intercesión. Madre querida, continua intercediendo
por este hijo, y ruega conmigo por mi santificación hasta que todo mi ser
llegue a ser como Dios lo desea. Ruego para que mi consagración a Jesús, por
medio tuyo, sea sin ninguna reserva y ruego que mi firme esperanza pueda ser
realizada pronto.
«Así
pues, debe brillar su luz ante los hombres para que vean sus buenas obras y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los Cielos» (Mateo 5:16)
Coronilla
de las virtudes
SÉPTIMO
DÍA
MENSAJE
«Mis
queridos hijos: vengo a convocarlos a esta misión de paz, les prometo no
separarme de vuestro lado, regresar a ustedes en mi sábado de cada mes, para
prepararlos y enseñarles su parte en este plan divino de gracia.
Queridos
hijos míos, los llamo aquí para completar todo lo que les he pedido; la hora
para la culminación de mi mensaje de paz ha llegado, reúnanse todos fielmente
para su consagración con el «Sí» a Dios Padre en el día de mi fiesta. A mi se
me dará el camino para hacer posible sus deseos de ayudar en esta misión;
vengan todos juntos bajo la guía de mi Corazón y de mis pastores escogidos.
Plantaré en ustedes la semilla de la santidad por la cual crecerá la gracia y
la virtud». (Enero 1 de 1993)
GUÍA
El
propósito central de la consagración es crear la unión. Nuestra Señora
concederá una gracia especial para infundir esta unión; es necesario que
preparemos nuestras almas para recibir esta gracia santa, de otra manera
quedaremos con solo una parte de lo que Ella había intentado conferirnos. Esta gracia
no se puede manifestar con la perfección que ha sido diseñada si el alma no ha
preparado el vaso en que será recibida; el alma recibirá solamente el nivel de
gracia que está preparada para recibir.
El
alma debe entonces reconocer la intención por la cual Nuestra Señora nos trae
esta gracia y la expectativa de los frutos de esta gracia; nosotros deberíamos
recordar que todas las gracias son puramente dones que son conferidos con el
propósito de glorificar a Dios; este es el propósito final de cada uno de los
dones del Cielo.
DIRECCIÓN
No
se desanimen cuando encuentren que no han llegado a la perfección que ustedes
querían; si se decepcionan por las imperfecciones que desean corregir, esto
sería ceder a una gran ilusión de Satanás. El alma que siempre acaricia el
deseo ardiente de avanzar en la virtud y se esfuerza continuamente en seguir
adelante, podrá obtener, con la asistencia divina, la perfección que se puede
alcanzar en esta vida; el descorazonamiento da lugar a que se pierda la
esperanza en las gracias obtenidas por medio de tu voto a la consagración; la
promesa de la consagración es la marca del vínculo eterno de un puro «FIAT».
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, por estas luces interiores infundidas en mi alma
por medio tuyo en el momento de mi consagración, ayúdame a recibir y ganar la
gracia; que yo busque continuamente la voluntad de Dios como tú lo hiciste y a
ejecutarla sin reservas. Me ofrezco totalmente para privarme de todos los
apegos mundanos, a sufrir la cruz que abrazo con pasión y permanecer firme a tu
lado en orden de batalla, listo para defender el Triunfo de tu Inmaculado
Corazón.
«Él
se fijó en la felicidad que le estaba reservada, y por ella no hizo caso a la
vergüenza de la cruz» (Hebreos 12:2)
Coronilla
de las virtudes
reina
de la paz y santuario de medjugorje
OCTAVO
DÍA
MENSAJE
«Mis
queridos hijos: no me abandonen, Yo anhelo acogerlos a todos en el calor de mis
brazos; permanezcan fuertes en unidad. Satanás no puede causar daño cuando
permanecemos todos unidos con mi Jesús como nuestro centro.
Les
digo: vengo a llamarlos hacia una convicción, la convicción de la consagración
global; vendré a recoger las cosechas de esta consagración unificada, mi corte.
En la consagración a mi Inmaculado Corazón ustedes darán su «Sí» para ser
escogidos y colocados a su servicio de un modo especial; ustedes están
aceptando los sacrificios del triunfo, porque yo le pediré mucho a cada uno.
Humillen sus almas y tomen mi mano, permítanme conducirlos a la paz; la paz de
sus familias, la paz de sus países nativos y la paz en el mundo.
Queridos
hijos; ábranme sus corazones a mí porque yo deseo colocar mi chispa dentro de
ustedes, yo solo puedo dar lo que ustedes puedan aceptar, mientras más permitan
el paso de mi mensaje a su alma, más se me permitirá llevarlos dentro a las
profundidades de la comprensión.
Vivan
las palabras que yo les doy; se las doy para enseñarles y para preparar sus
almas para los días venideros. Vengo a ayudarles a transformar su corazón y su
alma al verdadero sentido de la conversión; a la imagen de Dios.
¿Vendrán
ustedes hacia a mí?, ¿Me permitirán llevar sus corazones al Padre?, Esta es la
elección que ustedes tienen que hacer sin reserva, les pido que reflexionen
acerca de la importancia de este día. » (Enero 10 de 1993)
GUÍA
Este
acto de Consagración encontrará tu alma llena de un amor profundo; este amor es
tan ardiente que llega hasta el corazón de Nuestra Señora con tanta fuerza que
Ella es atraída a tu corazón. El deseo del alma de consagrarse a Nuestra Señora
causa cierta atracción: un magnetismo. Es esa atracción la que lleva este
intenso deseo de tu corazón a la atención de Nuestra Señora; en cuanto Ella
encuentra y enfoca los deseos de tu alma, se concentra e intensifica este amor
y los fundamentos para que se forme el intercambio divino.
DIRECCIÓN
El
alma es como un jardín en el cual las malas hierbas crecen constantemente;
entonces, tenemos que practicar la abnegación; manteniendo continuamente la
pala en nuestras manos para arrancarlas y arrojarlas de nuestros corazones. Si
no tu alma se volverá salvaje; una basura sin cultivar cubierta de espinas.
¿Cómo nos puede ayudar el cultivar nuestro exterior, efectuar devociones y
dejar nuestro interior como un campo indomable? Es tu propia voluntad la que
trae la rutina a tu alma; pero por medio de tu consagración se fertiliza la
tierra. Al podar tu alma sientas las bases de las gracias en la consagración;
es por medio de tus constantes esfuerzos que un jardín de pureza es creado para
recibir las flores de virtud en medio de tu corazón.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, atráeme enteramente hasta tu Hijo y ayúdame a
encender en mi corazón su santo amor por el cual yo deseo ser enteramente
consumido; Madre querida, toma posesión de mi corazón y cámbialo por el tuyo.
Llénalo con el deseo de todo lo que es santo y bueno, ilumínalo para que esté
listo y dispuesto para ejecutar la voluntad del Padre y siguiendo tu ejemplo,
pueda yo encontrar la santificación; únete a mi y yo a ti con un perfecto amor
que nunca pueda ser disuelto. Haz que mi corazón no sea ya más mío, sino que
sea enteramente de Dios a través de las gracias infundidas en mi corazón a
través de tu corazón maternal.
«Un
jardín es mi hermana, mi novia» (Cantar de los Cantares 4:12)
Coronilla
de las virtudes
NOVENO
DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: ¿Cómo se esconden del amor de mi Inmaculado Corazón?, vengo a traerles
mi mensaje de paz dentro del mundo. Para ayudarme en esta tarea, deben permitir
que yo habite dentro y a través de ustedes en sus consagraciones a mi
Inmaculado Corazón; solo de esta manera podrán participar en lo más profundo de
mi Triunfo. Cuando mi Corazón sea infundido en los suyos y los suyos se vuelvan
míos, ustedes ganarán la victoria de la paz en la tierra.
Queridos
hijos: les pido una intención en sus oraciones del Rosario; que todos los
corazones se abran para responder a mi petición por esta consagración global.
Lo que yo deseo más que todo, es estar con ustedes otra vez en este día. El
próximo mes vendré con la abundancia de gracias del Espíritu Santo dentro de mi
Corazón para prepararlos para el momento de su FIAT». (Febrero 14 de 1993)
GUÍA
El
fundamento para la consagración se encuentra en un deseo magnético, este deseo
atrae a Nuestra Señora hacia nosotros y a nosotros hacia Ella; por medio de
esta atracción, el fundamento está puesto para continuar la preparación de la
consagración.
El
Espíritu Santo como el esposo de Nuestra Señora, viene del interior del corazón
de Ella al nuestro; una vez que Nuestra Señora ha hecho madurar nuestros
corazones, el Espíritu Santo vendrá a cosechar ese amor tan santo; porque
todavía es a su Hijo a quien Ella lleva en cada corazón.
Nuestra
Señora nos asegura que Ella vendrá a habitar dentro de nuestros corazones, y
con Ella viene la chispa del Espíritu Santo para hacer fructífera nuestra
consagración.
DIRECCIÓN
La
humildad es la base y la guardiana de todas las virtudes; el Señor ha prometido
escuchar todas nuestras oraciones. Al orgulloso, Él, le oye con oídos sordos y
se resiste a sus peticiones; pero con el humilde, Él, es generoso más allá de
toda medida; a ellos Él les abre sus manos y les concede todo lo que ellos
pidan o deseen.
A
través de nuestra consagración nosotros ganamos en esta gracia, pero es solo en
la humildad como nosotros podemos realizar y disfrutar de nuestra promesa; con
el FIAT que haremos vienen los bloques que forman el cimiento del Triunfo de
Nuestra Señora dentro de nuestros propios corazones. Humilla tu alma ante el
señor y espera de sus manos cualquier cosa que busques.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ten piedad de mí, ilumina mi alma y hazme ser y
sentir lo que yo soy y lo que yo merezco. Ayúdame a descubrir que las
costumbres del mundo sólo están llenas de tristezas y a encontrar los méritos
del Cielo en las profundidades de la humildad.
Reina
y abogada mía, asísteme para humillar mi corazón y mi alma ante la gloria de
Dios, concédeme la gracia de la humildad en el momento de mi consagración para
que yo pueda imitar la intensidad de tu propio Fiat
«Porque
quiso mirar la condición humilde de su esclava» (Lucas 1:47)
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
DÍA
MENSAJE
«Recuerda
mi Ángel querido, que la verdadera devoción a mi Inmaculado Corazón es
interior; es decir, viene solamente de dentro de tu corazón y es cultivado en
el alma.
La
perfección de la consagración es tener confianza como la de un niño en Mí, su
Madre; esta confianza hace que tu alma recurra a mi Inmaculado Corazón con
mucha sencillez y ternura; tú me implorarás a todas horas, en todo lugar y por
sobre todas las cosas: en tus dudas para iluminarte, en tus extravíos para que
encuentres de nuevo el camino correcto, en tus tentaciones para sostenerte, en
tus debilidades para fortalecerte, en cada día para que yo pueda levantarte, en
cada desánimo para que yo pueda consolarte, en tus cruces, afanes y
tribulaciones de la vida para darte valor, para aceptar y soportar.
Estos
momentos son dados a través del profundo amor en mi Corazón por ti; ven querido
mío, recoge la gracia del Cielo; abre tu corazón y permite que el Espíritu
Santo llene y penetre en ti plenamente. Extiende tus manos y expón tu corazón a
los deseos de su toque majestuoso». (Marzo 6 de 1993)
GUÍA
En
el centro del reinado de los dos Corazones, está el acto divino de la Redención;
el único propósito de este acto es el de unirse a su propia unidad. Cuando el
Espíritu Santo viene dentro del corazón, lo hace como divino unificador. Así
como la atracción se junta en nuestro propio corazón, los dos corazones de
Jesús y María se unen y la unión de ellos trae el acto de Redención y
Corredención; siendo este el verdadero propósito de la consagración.
La
consagración tiene como objetivo preparar el corazón para recibir a Jesús por
medio del Espíritu Santo, y por este mismo, uniendo los poderes corredentores
de Jesús y María; esto es lo que causa que el alma sea fructífera. En la unidad
de los dos corazones viene la unión de nuestros propios corazones, ¡Una unidad
muy especial de tres es creada!
DIRECCIÓN
Debemos
comprender lo que significa la solitud del corazón; consiste en expulsar del
alma cada afecto que no sea para Dios y en buscar en nuestras acciones solo la
complacencia de su sagrado corazón. En esencia, la solitud de corazón implica
que tú puedas decir con sinceridad: «Dios mío, yo te deseo a Ti solamente y
nada más».
Nosotros
debemos separarnos de todas las cosas, buscándolo solo a Él y así encontraremos
su corazón en abundancia; no se puede buscar ni encontrar a Dios si Él no es
conocido por el alma. El corazón ocupado por los afectos del mundo no puede
reflejar puramente su luz divina; el alma que desea ver a Dios tiene que
remover el mundo de su corazón, el alma que desea ver a Dios tiene que
retirarse a un corazón abierto; un corazón simplemente enfocado a Él.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, guía mi corazón para encontrar solo a Dios en
todas las cosas y sobre todas las cosas y descansar solo cuando haya encontrado
solitud; concédeme que en mi consagración, mi corazón busque esa solitud en la
tranquilidad de su paz; que el Espíritu Santo consuma todos mis afectos
mundanos desde lo más profundo. ¡Oh María!, mi Madre, mi refugio, concédeme la
gracia de un corazón que sepa estar en soledad.
«Tú,
cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu Padre que
comparte tus secretos, y tu Padre que ve los secretos te premiará» (Mateo 6:6)
Coronilla
de las virtudes
UNDÉCIMO
DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: en estos días les pido que se concentren en su preparación para el
tiempo en que sus almas recibirán gracias excepcionales. En la fiesta del día
de la consagración, la gracia de Dios Padre caerá sobre ustedes como lluvia del
Cielo; entonces recogeré este rebaño escogido y lo juntaré con mis pastores
escogidos. Únanse en un lazo de unión en nombre de mi triunfo.
Sepan,
queridos míos, que Yo deposito mi esperanza en ustedes y a ustedes confío mi
Corazón, en ustedes descansa la gracia de salvación para la humanidad.
Rueguen
intensamente por el vicario de mi Hijo; unan su corazón al de Él de manera
especial; ofrezcan en estos días todos los sufrimientos y alegrías como el
sacrificio de ustedes para la consagración por la cual harán su promesa.
Entréguense
del modo más virtuoso, miren hacia su prójimo antes que a ustedes, Dios Padre
ve todo lo que hay dentro de sus almas; Él recompensará el amor y la
misericordia con su propio amor, El hará justicia cuando se necesite.
Les
suplico que junten este poderoso ejército de mi corte por que la batalla nos
espera y solamente quedan unos momentos para que comience.
Queridos
míos, yo soy su Madre, quédense como mis hijos; denme sus corazones porque yo
les he dado el mío, confíenme todo lo que son que yo los moldearé en lo que
deben ser». (Marzo 13 de 1993)
GUÍA
Nuestros
corazones son poseídos por la fuerza de esta unión; este es el momento al que
Nuestra Señora se refiere como el momento del intercambio. Cuando la
consagración es hecha auténticamente con verdadero amor, es imposible que el
alma no sea transformada; así es verdad, que cuando una persona le dice a otra
que en la consagración su vida fue transformada, realmente manifiesta un cambio
verdadero.
Esto
sucede porque las fuerzas que se hayan reunido en la consagración están en un
estado tan perfecto que en el momento intenso de gracia se crea una transformación
que tiene lugar con tal magnitud, que no podría ocurrir de otra manera.
Dios
ha dispuesto que esto suceda solo en este Reino Celestial de la consagración;
nosotros comprendemos que es verdaderamente deseo y voluntad de Dios que el
alma complete el acto de consagración.
DIRECCIÓN
Hacer
llegar el alma hasta la presencia de Dios es el fundamento de la vida
espiritual que consiste en tres formas: evitar el pecado, practicar la virtud y
la unión con Dios. La presencia de Dios produce estos tres efectos: preserva el
alma del pecado, la guía hacia la práctica de la virtud y la mueve para unirse
con Dios por medio de un amor sagrado.
Para
evitar el pecado, no hay mejor manera de resistir la tentación que convencernos
que Dios tiene enfocados sus ojos sobre nosotros en cada momento; si nos
mantenemos siempre en la presencia de Dios, con la conciencia de que Él lee
todos nuestros pensamientos, oye todas nuestras palabras y observa todas
nuestras acciones, esto nos preserva de la maldad en nuestros pensamientos,
palabras y acciones.
El
alma que permanece bajo su presencia divina, no busca solamente agradar a los
demás, sino que sólo busca agradar a Dios; de este modo la virtud crecerá en el
alma.
Finalmente,
el alma crecerá rápidamente en gracia por medio de la constante unidad con
Dios; esta unidad contiene una regla infalible: que el amor aumenta siempre con
la presencia del objeto amado.
Son
estos tres dones los que vienen en la gracia infundida del espíritu Santo en tu
consagración.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, concédeme que yo te ame durante todo el resto de
mi vida y que pueda ser eternamente tuyo, lleva mi corazón ante la presencia de
tu hijo para que la llama de mi amor aumente. Ayuda a mi alma en la práctica de
la virtud, tráele a mi corazón un abundante deseo de tener la fuerza y el
coraje para convertirme en tu presencia dentro del mundo. Moldea mi alma para
ser un soldado poderoso en tu corte y para desplegar la gracia de tu triunfo
sobre la tierra.
Ruego,
querida Madre, recibir estos dones infundidos en la venida del Espíritu Santo
al momento de mi consagración.
«Que
se alegren en el desierto, y que la tierra seca reverdezca y se cubra de flores
la pradera. Que se llenen de flores como junquillos, que salte y cante de
contento» (Isaías 35:1-2)
Coronilla
de las virtudes
DUODÉCIMO
DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: les pido permiso para que se cumplan por medio de ustedes las promesas
de mi Inmaculado Corazón. El obsequio de Dios Padre para un mundo de paz
depende de la culminación de mi triunfo; yo deseo darles la paz interior
primero porque el reflejo de la paz exterior del mundo es alimentado primero
dentro del alma.
Les
pido, queridos míos, que recen el Rosario por esta búsqueda de la paz; solo en
la unidad de esta oración el Corazón de Dios Padre puede sucumbir ante el amor
de ustedes por mí. También les pido especialmente por la consagración de la
juventud de hoy; ellos son mi triunfo futuro; ellos serán las almas que
manifiesten la renovación de la Iglesia de las generaciones futuras.
Hijos
míos, yo les prevengo sobre su destrucción, si ustedes no hacen reparación por
la maldad de la humanidad. Regresen bajo la dirección y guía del Espíritu
Santo, Él se apegará a sus corazones en el momento de su consagración a mi
Inmaculado Corazón.
Les
aseguro que yo no traigo el comienzo de la destrucción; sino que traigo
solamente la luz del comienzo de la gracia divina y la culminación de mis
promesas. Ruego para que ustedes unan sus corazones al mío en este divino «Si»
a Dios Padre, para que el Espíritu Santo cubra sus propias almas. Permanezcan
bajo la vista y el toque del Espíritu Santo, mi amado esposo». (Marzo 14 de
1993)
GUÍA
El
propósito de la venida de Jesús a la tierra fue la salvación de las almas.
Nuestra Señora permaneció en completa unión con todo lo que Él hizo, y su parte
como corredentora no podrá nunca ser separada; la unión entre Jesús y María es
tan intensa porque fue especialmente diseñada por Dios para el plan de la
redención. Cada acto y deseo que Ella expresa es para culminación de su
participación como corredentora en unión de su Hijo; la razón por la cual
Nuestra Señora pide la consagración de esta manera es para su unión con Jesús y
su parte en el plan corredentor.
DIRECCIÓN
La
pureza de intención consiste en realizar nuestras acciones con el solo
propósito de agradar a Dios; es necesario saber que la buena o mala intención
de nuestros actos, hacen los actos buenos o malos ante los ojos de Dios. Con
los ojos del alma comprendemos la intención y con el cuerpo emprendemos la
acción.
Nuestra
Señora pide que todas nuestras intenciones sean sencillas, es decir; que si
nuestro objetivo es solamente agradar a Dios, nuestros actos serán buenos y
brillarán con la luz de la pureza; pero si nuestras intenciones son de doble
sentido, es decir que si tenemos otro motivo que el de no agradar a Dios, entonces
ya no serán vistas como completamente puras y se volverán mundanas.
La
simplicidad santa no permite otro final que el complacer a Dios; así que la
intención pura de nuestra alma en nuestras acciones les da la vida y las hará
siempre agradables ante los ojos de Dios. Nuestro puro y verdadero deseo de
consagración hacia Ella debe ser el mismo deseo hacia Él; entonces bajo esta
luz Santa Ella podrá presentar nuestras almas ante Dios.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, permíteme que en esta consagración yo adquiera
por medio tuyo un ferviente amor hacia Dios; un amor fuerte que me haga vencer
todas mis dificultades, un amor perpetuo que nunca más sea dividido, que mi
corazón abierto pueda llevar el deseo de mi devoción a tu corazón.
Querida
Madre, ayúdame a tener intenciones puras en todas mis acciones, simplicidad
santa en cada una de sus ejecuciones y que el fin de todas ellas sea agradar a
Dios, con la mente enfocada en Él solamente.
«Yo
no puedo hacer nada por mi propia cuenta; para juzgar, escucho (al Padre), así
mi juicio es recto porque no busco mi voluntad, sino la de Aquel que me envió»
(Juan 5:30)
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
TERCER DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: yo espero la respuesta de sus corazones de una manera muy especial; apelo
a ellos por medio de mi Corazón Inmaculado para que sean mis hijos. Sus
corazones son la alegría de mis tiempos venideros, estén cada uno de ustedes en
esta extraordinaria unión. Queridos hijos yo los invito a entrar en este
sagrado refugio para ser su guía y protección para un futuro próximo; por favor
escuchen y reciban mi Corazón de esta manera, porque yo solo tengo un deseo;
este deseo es el de conducirlos hacia la santificación y que su santidad es el
deseo más grande de Dios en el Cielo».
¿Madre,
dinos que es lo que más necesitas de nosotros en estos días?.
«Ángel
mío, yo necesito y deseo solamente un corazón abierto; rueguen por esto por
encima de todo lo demás y todo puede ser y será alcanzado por cada alma.
Queridos
hijos: vengan a su madre y permitan que mi triunfo llene sus esperanzas y
deseos». (Octubre 1 de 1993)
GUÍA
El
Hijo de Dios escogió encerrarse en el vientre de una humilde sierva; Él atrajo
el esplendor de su gloria a este lugar escondido, Él glorificó a su Padre y dio
su majestad a esta velada concepción, Él entregó su vida a su cuidado desde su
nacimiento; durante sus treinta años ocultos y aún en la cruz Él unió sus
sufrimientos a los de Ella, fue Ella quien le dio la vida, lo alimentó, lo
mantuvo y luego lo sacrificó por nosotros. Él comenzó su ministerio por su
humilde ruego en Caná.
El
Espíritu Santo escogió hacer uso del vientre de una humilde sierva; aunque Él
no hubiera tenido necesidad de Ella para llevar su fruto a la culminación. Sin
embargo, al ser concebido en Ella y por medio de Ella, sucedió el misterio de
gracia desconocido hasta para el más ilustrado; ¿si Dios escogió esa manera
para venir al mundo, ¿Quiénes somos nosotros para merecer o siquiera pedir
encontrar un camino diferente para llegar de nuevo a Él? Fue del Corazón
Inmaculado de María de donde las gotas de sangre fueron impulsadas para que
circularan desde su corazón a su vientre, y crear la concepción de Jesús. He
aquí entonces que nosotros estamos llamados una vez más a abrir nuestros
corazones y permitir que Jesús sea concebido espiritualmente dentro de nuestros
corazones y de allí en nuestro ser.
DIRECCIÓN
Dios
quiso crear una fuente de gracia en el Corazón de Nuestra Señora, desde las
cámaras del Corazón de Ella; Él desea regar estas gracias sobre todos nosotros,
Él nos invita a rendirle homenaje de la manera que Él más desea: por medio de
la devoción al Corazón Inmaculado de su Madre.
Dios
pide que nos consagremos al Corazón de María, Nuestra Señora no pide nada para
Ella misma, solo desea que se cumplan los deseos de Dios Padre. Ella quiere
traer la unidad al mundo de una manera divina. Nuestra Señora nos llama a
unirnos a Jesús por medio de Ella y que cada corazón sea unido por este mismo
lazo.
Esta
es la obra de la gracia divina que en el final veremos como la mano de Dios.
Hoy Él nos envía a su Madre para prepararnos para un tiempo que nosotros no
podemos anticipar; Ella viene a desplegar un mensaje y advertirnos
personalmente sobre los deseos de sus suaves caricias, y nos llevara de la mano
hasta su abrazo sagrado; porque no hay caricia igual que la de una madre a su
hijo.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, guíanos en esta batalla por la culminación de tu
triunfo; haz que toda la humanidad se junte para toda la eternidad en lo más
profundo de tu triunfante Corazón Inmaculado, permite que crucemos el umbral
del Cielo hasta el Sagrado Corazón de tu Hijo, crea en mi un corazón puro
adornado de virtudes, fortaléceme en mis pruebas, envuelve mi alma en tu
ternura y en los momentos de regocijo junta tu sonrisa con la mía. Querida
Madre coloca mi corazón dentro del tuyo.
«Ahora
pues hijos escúchenme; felices los que siguen mis caminos, escuchen mi
enseñanza y háganse sabios, no lo desprecien» (Prov. 8:32-33))
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
CUARTO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío: la oración es el centro fundamental para la consagración; en la unidad de
la oración Dios puede manifestarse al alma, encerrarla y guiarla de una manera
especial; es por medio de la oración como nosotros podemos enfocar su voluntad.
El
centro de preparación para la consagración está en la unión de la oración; la
oración ha de ser la constante comunicación entre el alma y Dios, es la solitud
la que permite acariciar al alma profundamente.
Rueguen
para que todo les sea dado de su mano, para descargar sus corazones y para
tener tranquilidad y calma; cuando sus almas hayan encontrado la profundidad de
la solitud, es entonces cuando Dios podrá escribir en sus corazones… » (Marzo
18 de 1993)
GUÍA
El
propósito de la consagración es para unirnos inseparablemente a Nuestra Señora;
Ella en cambio, viene a unir cada alma con su Hijo quien tiene el propósito de
traer la salvación a la humanidad. Todo lo que Nuestra Señora hará es aportar
su donación para la misión de su Hijo en «El plan de salvación»; solamente para
tomar parte en este plan es la razón por la cual Ella fue designada para seguir
el flujo de gracia que viene de aquel que la envía.
En
Nuestra Señora ha sido creada la manera de cumplir este plan: a Ella le fue
otorgada la posición de Corredentora, todo lo que Ella pide es completar el
propósito del Plan de Dios; la actuación de Nuestra Señora en el Plan total de
Dios es en verdad la realización de su valor como Corredentora, la consagración
a su Corazón sentará el fundamento de nuestras almas para colaborar con el Plan
Universal de Dios.
DIRECCIÓN
Nuestra
Señora nos recuerda que las almas que se entreguen a Ella encontrarán una vida
llena de gracia y gloria eterna; así como a Ella la llaman «Estrella de Mar»,
la patrona que guía los barcos hacia el puerto, así Ella guiará nuestras almas
a través de su portal Inmaculado hasta el Corazón de su Hijo. Por su
intercesión, nuestras intenciones, oraciones y peticiones son dirigidas al
Cielo de una manera especial.
El
poder de su intercesión es tan grande en la manera de hacerlo que es imposible
que no puedan ser escuchadas o rechazadas por su Hijo. Ella ruega continuamente
por nosotros para obtener las gracias a nuestras necesidades, porque Ella está
siempre dispuesta a asistir a todo el que la invoque; para obtener la salvación
es suficiente pedir auxilio de sus oraciones. Por medio de esta consagración,
nosotros invocamos su más poderosa intercesión que contiene la gracia de su
propio corazón entretejido con el corazón de su Hijo.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, quien contiene el poder invencible de conquistar
innumerables pecadores; nadie puede resistirse a tu poder ya que el Salvador lo
considera como el suyo. Querida Madre que estás unida a Dios en la salvación de
los pecadores concédele a mi alma tu gran intercesión ahora y en la hora de mi
muerte; yo pongo todas mis peticiones a tus pies para que tú puedas llevarlas a
lo profundo del Corazón de Jesús. Consuélame en mis momentos de aflicción,
protégeme en mis momentos de desesperación, ten compasión de las miserias de mi
alma.
¡Oh
Virgen Santa! mediadora de todas las gracias del Cielo, reina en mi corazón.
«En
verdad, el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí; reconozcan que Santo es su
Nombre» (Lucas 1:49)
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
QUINTO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío: Dios Padre considera de suma importancia la consagración de las almas a mi
Inmaculado Corazón; por esta razón, yo les pido rezar el Rosario todos los
días, practicar la devoción de los primeros sábados y recurrir a mi con tus
peticiones para yo exponerlas ante Él. Haz todo esto por amor a mí, que yo todo
lo ofrezco por amor a ti.
Querido
ángel mío, comienza cada día de esta manera:
«Oh
María transforma mi corazón como el tuyo; colócale al rededor una corona de
pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo
propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, ¡Oh!
María, en hacer tu Corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)
GUÍA
La
consagración es un acto necesario para que se cumpla el Triunfo de Nuestra
Señora. Su triunfo elevará a los creyentes al estado de culminación necesaria
para el Reinado del Sagrado Corazón y juntos abrirán el paso para la causa de
la Redención y Corredención que nace de la unión de los dos corazones.
Nuestra
Señora nos llevará de la consagración al triunfo; y el triunfo será entonces la
base para el Reino del Sagrado Corazón; dentro de estos dos corazones se
encierra el plan de Dios para redimir y corredimir al mundo.
DIRECCIÓN
Al
entregar nuestros corazones a la Madre de Dios no nos hagamos la ilusión de que
no tenemos que pagar su precio, Ella pide ser Nuestra Madre y nosotros
prometemos ser sus hijos; pero exige ciertos requisitos: primero, nosotros
debemos enmendar nuestra vida y rechazar el pecado y la maldad mundana;
segundo, es necesario entregarles nuestros corazones, nuestras mentes y el
cuidado de nuestras almas; tercero, debemos atraer a otros para que amen su
Corazón Inmaculado; por ultimo, debemos permanecer para siempre a sus pies y
dar gracias incesantemente al Señor por el regalo de su propia Madre.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ruega para que yo obtenga la pureza del alma
porque a ti se te otorga todo lo que pides; ¡Oh María!, yo encomiendo mi alma a
tu cuidado maternal, alcánzame la virtud de la perseverancia para obtener la
gracia divina; permíteme por medio de esta consagración recurrir a ti siempre
en todas mis tentaciones y en todos los peligros de perder la vida eterna. En
la hora de mi muerte asísteme y encomienda mi alma en las manos del Padre; en
ti pongo toda mi confianza y mi convicción enfocadas hacia el bien de tu
triunfo.
«Comprueben
ahora que no he trabajado por mi solo, sino para los que buscan la sabiduría»
(Eclesiastés 24:34)
Coronilla
de las virtudes
aparicion
de la virgen de medjugorje a mirjana vidente fondo
DÉCIMO
SEXTO DÍA
MENSAJE
«¿Queridos
hijos: podemos ser todos uno?, les pido la unidad del alma y del corazón; las
tareas que les mando realizar son de naturaleza divina; sí es cierto que yo
ayudaré a mis hijos de Occidente, pero por encima de esto serán ustedes los que
harán posible la culminación de mi triunfo para el plan divino de la gracia de
Dios al mundo.
Queridos
hijos: miren al Cielo, allá arriba, vean como el viento cuando sopla, mueve
todas las nubes al mismo tiempo, el viento sólo las mueve y las lleva con la
brisa del cielo a donde Dios quiere; de esta manera vendrá el Espíritu Santo. El
hará volar tu alma y la llevará ante Él al unísono con mi Corazón».
Madre,
¿cómo haremos volar nuestros corazones de esta manera?
«Por
medio de la consagración; ustedes serán liberados del mundo y capturados por
Mí, vayan en paz y amor y el Espíritu Santo los moverá a convertir sus almas»
(Marzo 23 de 1993)
GUÍA
Nuestra
Señora nos llevará de la consagración al triunfo y de allí al Reino del Sagrado
Corazón que es la parte de la Corredención en el plan de Dios; de esta manera
seremos llevados a la hora final de la gracia. El propósito del triunfo es para
preparar las almas a recibir la gracia redentora del Sagrado Corazón. La gracia
de la hora final, es la gracia que será otorgada a las almas al momento de
proceder a la venida definitiva del reino de Dios sobre la tierra; la hora en
que la tierra volverá a su estado original. Nuestra Señora se refiere a la hora
final como al segundo adviento que traerá la unión de los dos corazones.
DIRECCIÓN
Las
almas consagradas no tienen una necesidad absoluta de mundo material, las cosas
de la tierra se olvidan y las almas preservan su ser únicamente para Dios; por
lo tanto, nosotros debemos consagrar cada nuevo día a su servicio, uniendo
nuestra voluntad a su voluntad en su constante aceptación.
Lo
más querido que tenemos es nuestra propia voluntad y Dios nos pide
continuamente que se la ofrezcamos como un sacrificio; nada contenta más a Dios
que el ofrecimiento de nuestra propia voluntad, sin reserva; feliz el alma que
no tiene más voluntad que la de Dios
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, permite que mi alma sea conducida de la manera
que Dios desea; te suplico Madre querida, que me hagas saber qué es lo que más
complace a Dios. Ayúdame para que mi alma viva en su divina voluntad y para que
así pueda traerle el sacrificio de mi voluntad propia como una ofrenda de mi
unión con Él. Haz que mi alma vuelva al unísono con los deseos del Espíritu
Santo, para que pueda ser llevada solamente a los lugares que Él designe.
«Yo
soy la sierva del Señor; hágase en mí lo que has dicho» (Lucas 1:38)
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
SÉPTIMO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío: La culminación de mi triunfo estará a la altura de la respuesta de mis
hijos; te digo que vendrá como el viento. No verás de qué dirección viene, ni
cuán cerca o lejos está, solo sentirás su roce y oirás su voz; tienes que estar
listo». (Agosto 3 de 1993)
GUÍA
Sin
la consagración es imposible la conexión de Dios y Nuestra Señora, al grado en
que Él ha destinado que ofrezcan nuestras almas. Quien se niegue a Nuestra
Señora nunca podrá alcanzar la altura donde Dios desea llevarla; estas gracias
que vienen de Dios son dadas con la intención de que sean aceptadas únicamente
dentro de la unión que Él ha creado.
El
alma se formará en Jesús y Jesús dentro del alma, porque la cámara de los
sacramentos divinos está en el seno de Nuestra Señora, donde Jesús y todos los
elegidos han sido formados.
Esta
es la razón por la cual nos comprometemos a la consagración a Nuestra Señora:
para establecer más perfectamente la consagración de nuestros corazones a su
Hijo.
DIRECCIÓN
Para
ocupar nuestro lugar en el triunfo de Nuestra Señora, nosotros debemos ser como
las diez vírgenes que esperan la llegada del novio; debemos esperar con las
lámparas llenas de aceite y estar listos en estado de gracia para la llegada de
su triunfo; mantengámonos fuertes en esta batalla final por la paz del mundo.
Cuando
los golpes de la persecución nos alcancen, demos el ejemplo y permanezcamos
imperturbables y alcemos en alto nuestra espada de la verdad para alumbrar el
camino de los que buscan en la oscuridad. Para los consagrados a su Corazón
Inmaculado todo es ocasión de mérito y consuelo.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ayúdame para que mi alma nunca contradiga la
voluntad de Dios; permíteme esperar con la lámpara encendida la llegada de tu
triunfo. Querida Madre, yo deseo corresponder a los deseos de Dios así como tú
lo has hecho siempre; haz que las llamas de amor que consumieron la vida de mi
Jesús en el altar de la Cruz, vengan y tomen posesión de mi Corazón entero;
concédeme que esté envuelto solamente en tu amor y que solo suspire por amarte
más. Todo lo espero por la intercesión de tu corazón; ¡Oh Virgen Santísima!.
«Guárdame
en tu corazón como tu sello» (Cantar de los cantares 8, 6)
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
OCTAVO DÍA
MENSAJE
«El
centro de mi misión es traer todos los corazones a un estado de unidad; unidad
es ser un corazón, tener la mente puesta solamente en la imitación de mi
Inmaculado Corazón. Este es el camino a la santidad que mi Jesús perfeccionó en
mí. Vengo a traerles todo lo que fue creado en mí y todo lo que yo aprendí;
amen sólo lo que es santo y bueno y no sucumban ante la idea de pecar.
Les
digo que para alcanzar la más profunda paz y el amor de Dios, hay que dar la
vida por la luz de esta misión; la unidad es el Espíritu de mi triunfo y la luz
de mi misión es la paz, el cumplimiento de este plan de gracia divina está en
la conversión de los corazones y ésta es la respuesta que yo les pido». (Agosto
10 de 1993)
GUÍA
Jesús
escogió a Nuestra Señora como compañera inseparable de su vida, de su muerte y
de su poder en el Cielo y sobre la tierra; según su majestad, Él le dio a Ella
por medio de la gracia todos los derechos y privilegios del Reino. Por medio de
esta unión celestial y por su puesto en la Trinidad, Jesús concede a Nuestra
Señora las gracias divinas de compartir completamente todo lo de Él y en igual
medida, este es el objeto de la Inmaculada Concepción.
DIRECCIÓN
Busca
alegría en tu consagración; cuando te humillen y te traten como último, cuando
seas objeto de ridículo y tratado como tonto, cuando seas censurado aunque sea
sin motivo, no trates de excusarte, no busques ser excusado por otros, no
pongas obstáculos cuando otros revelen tus faltas, cuando recibas una
humillación no busques de quien viene; y si lo descubres, ten cuidado de no reprochárselo
y no demuestres que lo sabes, al contrario, inclúyelo en tus oraciones por los
demás, busca una unión humilde con Dios.
Responde
con la gracia de tu consagración a ser como uno en la misión de Nuestra Señora.
El triunfo de su Corazón Inmaculado en nosotros sólo se podrá encontrar cuando
tú te consideres como nada, porque es entonces cuando Dios llevará tu alma
hasta las alturas de una sagrada unión.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, te pido tu intercesión para obtener la gracia de
la humildad para mi alma; para que reconociendo la grandeza de la obra de Dios
en mí pueda yo humillarme ante su presencia. Madre querida, ayúdame en los
tiempos de persecución, ridiculez y ofensas para que yo pueda ofrecer los
sufrimientos de mi alma por la gracia de tu triunfo; que pueda ofrecerte una
mente ingenua para que mi consagración sea más provechosa a tu Inmaculado
Corazón.
Ruego
para que cada sufrimiento me traiga conocimientos al Divino plan de Dios para
su triunfo, y que el Reino del Sagrado Corazón de tu Hijo pueda llegar a la
culminación por medio de la consagración de cada corazón unido a través del
tuyo.
«Si
os insultan por el nombre de Cristo, felices ustedes; por que el Espíritu que
comunica la gloria descansa sobre ustedes» (1 Pedro 4:14)
Coronilla
de las virtudes
DÉCIMO
NOVENO DÍA
MENSAJE
«Para
llegar a ser un hijo de mi triunfo, se necesita una metamorfosis del corazón;
esto requiere una gracia extraordinaria en el alma, una unión de naturaleza
divina. La batalla está revelada ya, ahora todos deben escoger de qué lado van
a estar de alianza; no existe un área neutral, si no me permites poseer tu
corazón te prometo que Satanás no permitirá que se quede dormido, y el lo
poseerá en el momento en que éste se me niegue.
Te
digo que es verdad que mi triunfo traerá futuras consecuencias sobre el mundo;
el mundo necesita hoy más que nunca de la oración para alcanzar la unidad, no
de las manos, sino de los corazones; es necesario que cada hijo comprometido en
este plan divino una su corazón al mío, solo así se unirán todos los esfuerzos.
Recuerda
que el orgullo es el mayor adversario del hombre, es la semilla de la discordia
y de la ilusión; el tiempo es tan crítico ahora, que yo no puedo expresarte la
importancia de tus sinceros esfuerzos en estos días».(Agosto 21 de 1993)
GUÍA
Nuestra
perfección consiste en ser moldeados, unidos y consagrados a Jesús; para hacer
esto, debemos buscar la manera de cumplir con estos requisitos. Si deseamos ser
consagrados total y completamente en unión con Jesús, debemos seguir el camino
hacia Él, diseñado para este propósito especifico.
Si
el alma de Nuestra Señora es la que estaba más en conformidad con Jesús, no hay
nada más natural que llegar por medio de Ella a una profunda conformidad por
Dios. La ruta para llegara esta perfecta unión es por medio de la consagración;
mientras más unidos estemos con Ella, más profunda será nuestra unión con su
Hijo, de modo que la perfecta consagración a Dios sólo es completa por medio de
nuestra consagración al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora.
DIRECCIÓN
Nosotros
debemos sentir regocijo en nuestra consagración por el bien que se difundirá a
todos en pro del triunfo de Nuestra Señora.
Debemos
reconocer: ¿cuándo nos hemos extraviado de la caridad ejemplar de Nuestra
Señora?, ¿hemos sufrido más por los demás que por nosotros mismos?, ¿tenemos
envidia del éxito de los demás creyéndolos desmerecedores, tal vez porque lo
consideramos un obstáculo para nuestro propio avance?; La consagración a
Nuestra Señora nos ayuda a avanzar en caridad hacia el bien de los demás.
El
triunfo vendrá cuando busquemos el ejemplo de Nuestra Señora dentro del mundo;
sin embargo, Satanás vendrá a apartarnos de este santo intento; por esto,
debemos fortalecernos cada día más, para sentir siempre el fervor que
experimentaremos al momento de la penetración del Espíritu Santo en nuestras
almas, de acuerdo a la promesa de Nuestra Señora al pronunciar nuestro fiat.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ayúdame a permanecer siempre como en el momento
de mi consagración y que busque siempre dar el amor de Dios por medio de la
caridad a todo los que yo encuentre; deseo no ver las faltas que Satanás
exagera en los demás, que todos sean para mí como tus hijos queridos, así como
tú has hecho conmigo.
Destierra
de mi alma el pecado del orgullo, que no me deje llevar por ilusiones y engaños
creados por Satanás; deseo buscar el corazón de cada persona para que con
nuestras obras juntemos nuestros corazones por el bien de tu triunfo.
Madre
querida; tu triunfo, es una gracia de amor y unidad movida por la acción de
Espíritu Santo para crear una metamorfosis dentro de mi corazón; Virgen Santa,
posee mi corazón para que no caiga en las garras de Satanás.
«En
realidad, Dios no está lejos de cada uno de nosotros, pues en Él vivimos, nos
movemos y existimos» (Hechos 17:28)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, ángel mío: que feliz está mi Corazón; en este momento se ha revelado mi
triunfo, les he dicho que mi triunfo siempre lo iban a sentir primero en el
corazón; yo lo he sentido en sus corazones hoy. Ustedes están más cerca y más
fuertes en mí por medio de su consagración; como yo les he dicho: El Espíritu
Santo hace esta promesa fructífera.
La
consagración es un acto de unión y de transformación de nuestro interior hacia
Dios primero y después hacia todo lo que Él ha creado; ahora les pido que
pongan toda su concentración en Mi corazón solamente. Esta consagración debe
ser constante, para que yo pueda siempre estar presente en ti; debes encontrar
tu fuerza dentro de tu corazón.
Corazón
mío, ángel mío; busca como lo ha hecho cada uno, encontrar mi Corazón
Inmaculado; sigue adelante cuando lo encuentres, este es el verdadero don de la
gracia que yo les he prometido y que les dije se les revelará por completo;
esta es mi promesa solemne: ustedes sólo necesitan lo que se encuentra en mí,
esta es la unión de la Trinidad hacia la cual yo los guío.
Encuentra
la confianza y la solución para cada decisión en mi Inmaculado Corazón; les
aseguro que por eso yo soy su refugio, a través de ustedes les doy la
intensidad de esta gracia con el propósito de unidad, para que encuentren en
mí, la solidaridad y el sentido de dirección.
Vengo
a traerles esta dirección ahora, en tal forma que en este corto tiempo pueda
llevar a feliz término todo lo que sea necesario y más allá de su comprensión,
tratad de encontrar solamente lo que yo les he dicho y todo será realizado
según los deseos de Dios. Recuerda que permanecer conmigo es como ser uno con
mi Inmaculado Corazón y con el Corazón de mi Hijo».(Agosto 29 de 1993)
GUÍA
La
consagración viene a ser una perfecta renovación de los votos bautismales.
Antes del bautismo, estuvimos entregados a la maldad, mientras que en el
bautismo hemos sido dados a Jesús; en nuestra declaración de la consagración y
en la renovación de estos votos, estamos siendo entregados a Jesús por medio de
Nuestra Señora; de esta manera, al rendirle honor a Él se lo rendimos a su más
grande creación de gracia. Perteneciendo a Nuestra Señora, le pertenecemos
también a Él.
DIRECCIÓN
Dios
siempre desea hablarle al corazón y no a la mente; la mente está llena de mucha
más voluntad propia, mientras que nuestros corazones permanecen en el umbral
del alma. En esencia, cuando Nuestra Señora nos pide abrir nuestros corazones,
también nos pide abrir nuestras almas para recibir su gracia; por medio de la
consagración, nosotros descubrimos como su Corazón palpita dentro del nuestro,
para transmitir esa fuerza que Ella adquirió a través de sus propias pruebas y
sufrimientos.
Por
este acto somos transformados interiormente; nuestra alma está moldeada para
ser un receptáculo de gracias, así como Dios se lo pide a Nuestra Señora, Ella
nos pide que mantengamos nuestro corazón fijo en su Corazón Inmaculado, porque
por medio de esta decisión ganamos su protección y estaremos siempre envueltos
en su abrazo maternal; en nuestras tareas diarias busquemos siempre a su
Inmaculado Corazón, en Ella encontraremos refugio.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ruego con toda la intensidad de los deseos de mi
corazón, encontrar refugio en tu Inmaculado Corazón y ruego siempre que yo sepa
recurrir a ti para todas las cosas. Que tú me guíes y me des tu protección para
encontrar mi solidaridad y mi punto de dirección.
Enséñame
Madre querida, a encontrar tu Corazón en todo lo que piense, diga y haga;
inunda mi corazón con los goces de tu triunfo para que ellos me sostengan
cuando llegue el momento de la tribulación, dirige esta alma errante para
llegar hasta el fondo de tu Corazón donde tu me ofreces el amor, la consolación
y la compasión de la Santa Trinidad.
«A
esto han sido llamados; pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un
ejemplo con el fin de que sigan sus huellas» (1 Pedro 2:21)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
PRIMER DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío: yo te traigo el goce del Corazón de mi Hijo; regocijémonos por todo lo que
hemos alcanzado en este tiempo, y pido que todos permanezcan fieles a esta
gracia divina del Cielo; si todos permanecemos como uno, el Plan de Dios no
podrá ser destruido por la influencia del orgullo.
Vengo
Para traer la abundancia de los bienes del Cielo; Dios Padre me envía con la
gracia de estos bienes preciosos para ser conferidos al alma, el halo de pureza
adornada con todas las virtudes. Es mi deseo colocar esta corona sobre cada uno
de los corazones, que se arrodillen ante mí altar para entregarme su corazón.
Les
pido a cada uno de ustedes convertirse como signo de unidad para todo el mundo;
esta es la señal sempiterna de Dios, tres en uno, de mí todo es posible pero
sólo si me dan su corazón.
Dios
dará todo para llevar a cabo su plan, debo decirles que estos tiempos son muy
urgentes, muy pronto el mundo espera una transformación de tal grado que no es
posible imaginarse; es la hora de abrirse el Cielo sobre la tierra y las puertas
del infierno serán cerradas y removidas, es la unión de los corazones, sus
corazones, hacia la unión con nuestros dos Corazones; ruego que tú aceptes mí
suplica de reconciliación, unión y paz, esto es lo que te espera en mi corazón.
» (Septiembre 1 de 1993)
GUÍA
Esta
es la era de la gracia divina, está en medio de nosotros para penetrarnos
profundamente con la bondad de la Misericordia de Dios. Un Padre amoroso y
extraordinario se ha dignado enviarnos una Madre porque Él conoce bien la
ternura que hay en sus caricias; con su infinita sabiduría, Él ha escogido
darnos este regalo. El corazón de Jesús fue derretido muchas veces bajo la
dulzura de la sonrisa de su Madre; Él encontró confort y protección en sus
brazos y sabiduría en sus palabras. ¿Cuánto ha debido amarnos para que también
nosotros experimentáramos esos mismos momentos?
Su
dirección en los momentos de extravíos, su sonrisa en los momentos de alegría o
sus lágrimas que se mezclan con las nuestras en los momentos de pecado; el modo
como enseña una madre es un regalo de amor, mantener cerca el corazón de una
madre nutrirá y ayudará a lo largo del camino. Ella nos llama de una manera muy
suave y cariñosa hacia la misión de su triunfo y hacia lo profundo de su
triunfante Corazón Inmaculado, nuestra consagración es nuestro Si puesto a su
servicio.
DIRECCIÓN
En
la consagración de nuestros corazones, nosotros nos afirmamos en una unidad
eterna y también aceptamos los sacrificios de esta misión; es la misión de la
luz, de la verdad que es recibida con desdén y disgusto por el mundo. Nosotros
no debemos exponernos a lo que no sea la verdad; también debemos reconocer que
un esfuerzo a medias no sirve de mucho en esta misión, este es un llamado a la
convicción, una firme e inflexible creencia en el triunfo del Inmaculado
Corazón de María. Debemos buscar cada día esta seguridad en nuestra alma.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, haz que yo pueda reposar en la grandeza de tu
triunfo; acepta mi plegaria de reconciliación en unión con la paz de mi corazón
y de mi mente y lleva este deseo a Dios Padre. Ruego para que mi alma sea tan
pura que su brillo ciegue la maldad y lleve la gracia a los que poseen igual
necesidad.
Abre
mi corazón, querida Madre, cada día más y no permitas que se cierre ni siquiera
un momento, penetra en su profundidad y descubre todos los rincones escondidos
de mi corazón para que no quede ninguna imperfección; te ruego que obtengas la
victoria dentro de mi propio corazón primero, para luego llevar esta gracia a
todo el mundo.
«Señor,
Dios de Israel, dame las fuerzas en este momento» (Judith 13:7)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
SEGUNDO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, escucha como nunca antes y comprende. Hoy Dios desea cumplir lo que
comenzó en Fátima, el mundo esta al borde de recibir la gracia del poder del
Cielo como nunca antes. Dios desea donar a cada alma las posibilidades de ganar
lluvia de gracias que El envía del Cielo. Mi Triunfo es la unión mística de los
corazones, una gracia que no puede ser vista ni oída, sino solo sentida en las
profundidades del alma. Se sincero en esta misión celestial, necesito tu
corazón ahora más que nunca, a través de ti vendrán un canal de gracia sobre
todos aquellos mis hijos que esperan con corazón abierto.
Esta
ola de gracia vendrá a inundar el alma y todas las impurezas pueden ser lavadas
solamente si uno lo desea sinceramente. Te doy la llave para recibir esta
gracia, ésta se encuentra en una sencilla palabra en medio del corazón. Decir
«Sí» permite que tu alma florezca y que se le infunda la virtud. Os invito para
que cada corazón responda de la manera más deseada por Dios Padre: ser
consagrado a Mi Inmaculado Corazón, porque esto no solo abre sus corazones
hacia mí, sino que los abre hacia El, que es lo más importante. Lucha con todas
tus fuerzas para que todas las almas sean tocadas con este ruego del Cielo. El
más ardiente deseo de Dios Padre es que todas las multitudes sobre la tierra se
junten como un lazo sagrado de unidad. Únanse como nunca antes, junten corazón
con corazón para que esta unión de millones resuene en una sola voz: responde
universal y ecuménicamente al llamado a ser consagrado a mi Inmaculado Corazón
y a mi abrazo Maternal (Septiembre 4 de 1.993)
GUÍA
La
consagración es la verdadera unión mística de los corazones, es la unidad que
transforma y convierte. Es una infusión de gracia tan intensa que hace
imposible que el alma pueda permanecer como antes de hacer esta promesa. Una
ola de virtud caerá sobre el alma lanzándola a un ardiente deseo de agradar a
Dios en este acto de culminación y por la dedicación a los tiernos deseos de su
Madre.
Como
sabemos que su reino desciende del reinado de Ella, nosotros trabajamos la
unión de los corazones, para la unión de nuestros corazones hasta el centro de
esta divina unión, por medio de la consagración. De esta manera la unidad es
creada por naturaleza divina y si permanecemos unidos a su Corazón Inmaculado,
también estaremos unidos a todos los corazones consagrados a Ella, entonces
nosotros seremos participantes de una unión universal de corazones por medio de
su corazón maternal.
DIRECCIÓN
Nosotros
debemos tomar muy seriamente ésta promesa. Para recibir tal abundancia de
gracias debemos ir con el corazón lleno de agradecimiento; debemos renovar nuestra
consagración diariamente implorando el auxilio de Nuestra Señora para todo lo
que el resto del día nos pueda traer. Debemos esforzarnos cada día para
extender la devoción de la consagración al Inmaculado Corazón de María a todas
las almas que esperan el Triunfo de su misión. Nosotros estamos obligados a
corresponder globalmente a su llamado.
Es
así como nosotros debemos luchar para extender su deseo para que todos los
corazones permanezcan unidos, esto es también un llamado a toda la humanidad.
El día de nuestra consagración debe ser un día de Triunfo y exaltación, siempre
que cada alma esté dedicada totalmente a Dios, a su propia santificación y que
sacrifique todo para atraer otra alma a la misma conciencia de estas alturas.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, concede a mi alma el don de la gracia para
obtener un ardiente deseo de sinceridad, pureza y simplicidad! En estos dones
del alma me será posible retener la inocencia de mi consagración. Ayúdame a
luchar con todas mis fuerzas para preservar lo que ya poseo, la genuina
respuesta a tu llamado. Que todos los que yo encuentre, reciban el genuino
regalo de tu Corazón a través de mi, que los favores que yo reciba por mi unión
contigo sean, querida Madre, como una ofrenda mía para todos. Acudo a tu
Corazón Inmaculado para continuar dirigiendo mi alma en la búsqueda de la
serenidad y tranquilidad.
«Porque
de la manera que juzguen, serán juzgados y con la medida con que midan, serán
medidos»
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
TERCER DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, vengo para asegurar tu corazón en la intención y en la dirección de mi
petición colocada dentro de ti. Querido, el llamado que pido compartas, no es
por título ni por área geográfica. Mi única misión en estos días es traer la
unión a todos los corazones y guiarlos a un abrazo con mi Hijo a través de la
consagración a mi Inmaculado Corazón y su origen esta en el Cielo. Yo les
concederé a todos el realizar éste esfuerzo, pero necesito los corazones de
ustedes.
Deseo
que tú pongas ante mis hijos, tus hermanos, el llamado a ser uno bajo la
bandera de mi Inmaculado Corazón y de su Triunfo. Vengan juntos ahora como yo
lo he pedido, ya que desconocen el impacto global de mi Corazón sobre el mundo
en estos días. Por favor acepten la gracia que tanto deseo concederles. Estoy
aquí para ser su refugio, no tengan miedo de este deseo». (Septiembre 7 de
1.993)
GUÍA
Nuestra
Señora nos suplica que seamos consagrados a su Inmaculado Corazón y recibir y
vivir un llamado que nunca antes fue hecho. Ella nos pide este día abrir
nuestros corazones y permitir que la gracia del Cielo fluya como una corriente
en cada uno de nuestros corazones. La grave naturaleza de su voz permanece una
vez más en la serenidad de todos los deseos de Dios para lograr que sean
conocidos hoy.
Este
llamado es de tal magnitud que nosotros no podemos medirlo, Ella nos habla de
la importancia de estos tiempos, nosotros estamos a punto de recibir la gracia
de Dios como nunca antes; así el tiempo de gracia en que estamos es de una
dimensión extraordinaria.
Ella
pide que unamos nuestros corazones al de Ella sin vacilación, sin reserva, o
sin dispensa; que nos abandonemos a Ella totalmente. A pesar de todo lo que
Ella le ha dado al mundo en el curso de los siglos, muy especialmente en el
curso de nuestra vida, nosotros continuamos creyendo firmemente que nuestros
corazones están mejor cuidados por nosotros mismos.
DIRECCIÓN
Tanto
como nuestro pobre y frágil corazón sea capaz, nosotros estamos llamados a
buscar los deseos de Dios que serán realizados a través de nuestra
consagración. Mateo 7:2)
¿A
qué altura está llamada a volar nuestra alma?. Estamos invitados al Reino de
una Coronación Celestial; por lo tanto debemos prometer primero nuestros
corazones a su Sagrado abrazo. Debemos abandonar nuestras almas para que sean
adornadas tanto con penas como con alegrías. Se nos pide que relevemos nuestros
deseos y que resistamos a nuestra voluntad, para así poder estar vacíos, para
después ser llenados con voluntad.
En
la diaria aplicación de nuestra consagración debemos encontrar un crecimiento
de virtudes y gracias; marcas a las almas vírgenes que pertenecen a su toque
majestuoso.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, consume mi alma en Dios a través de tu abrazo
maternal. Concédeme a través de la meditación que la virtud pueda impregnarme y
guiarme a una imitación de su estado de gracia. Enciende mi corazón cada día
para comprender más profundamente este divino plan de Dios. Cultiva en las
profundidades de mí ser el anhelo de verdad y de justicia. Levanta la
conciencia de mi alma a las alturas que Dios ha querido para ella. Anímame,
querida Madre, a pertenecer al Cielo y permanecer con mis pies por encima de
todo el mundo sin tocarlo. Amén.
«Tu
palabra es antorcha de mis pasos y luz en mi camino» (Salmo 119:105)
Coronilla
de las virtudes
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de medjugorje aerea fondo
VIGÉSIMO
CUARTO DÍA
MENSAJE
Queridos
hijos; el regalo más grande que ustedes pueden ofrecerme es la consagración a
mi Inmaculado Corazón; es a través de este regalo de ustedes como Yo puedo
ofrecerle este regalo a Él.
Decir
«Sí» a Dios es la contestación de todos sus ruegos a Él, porque cuando ustedes
digan esta palabra con toda sinceridad, se volverá contra sus naturalezas el
preguntar el ¿porqué? de su Santa Voluntad, la respuesta de ustedes deberá ser
¿cómo? quiere Dios que hagamos su voluntad y entonces Dios podrá revelarla solución
a cada problema.
Imitar
a mi Inmaculado Corazón es seguir su Sagrada Voluntad y desear cumplir cada
deseo de su Sagrado Corazón. Reflejar mi Corazón es volverse lleno de gracia,
practicar la virtud y mantenerse en estado de pureza.
Entréguenme
sus corazones y yo les prometo darles todas las gracias que Dios me ha otorgado
a mí. Además, esto significa dejar sus corazones a mi cuidado eterno. El «Sí»
que Dios desea es el «Sí» de la eternidad. Por tanto, hijos míos, este sí debe
ser renovado cada día. Vayan ahora y háblenle a todos sobre los regalos que yo
deseo que todos reciban».(Septiembre 8 de 1.993)
GUÍA
Debemos
recordar dejar nuestros corazones al cuidado maternal de Nuestra Madre,
nosotros conocemos la magnitud de su victorioso Corazón Inmaculado, estamos
invitados a una celebración de increíbles proporciones; una conquista de
corazones con una dimensión imposible de medir.
Esta
coalición formada entre el Inmaculado Corazón de María y nuestro corazón es tal
que trae regocijo y tribulación. Nuestra Señora pide mucho del alma que tiene
la alianza con Ella.
Por
medio de nosotros lograremos el cumplimiento de sus suplicas a Dios Padre.
Debemos comenzar a preguntar «¿cómo?» en todo lo que El pida. En nuestra
consagración descartamos la necesidad de preguntar «¿por qué?» a Él. Es la
profundidad de nuestra sinceridad lo que nos permite abrir más nuestros
corazones para comprender la Santa Voluntad de Dios, debemos entregamos con
alegría a convertimos en el reflejo de este Corazón majestuoso.
DIRECCIÓN
Consuélate
en los sufrimientos de las pruebas de tu consagración, con la esperanza del
paraíso; aceptamos nuestras cruces con paciencia para que nuestros sufrimientos
puedan ser meritorios. Para ganar el Cielo toda labor en la tierra es pequeña,
sería poco sufrir todas las penas de la tierra por el disfrute de un solo
momento en el Cielo.
Cuanto
más debemos abrazar las cruces que Dios nos manda sabiendo que los cortos
sufrimientos aquí, nos ganarán una felicidad eterna. No debemos sentir
tristeza, sino consuelo de Espíritu cuando Dios nos manda las pruebas aquí
abajo. Los que pasan a la eternidad con los más grandes meritos, recibirán los
más grandes premios. A cuenta de esto, Dios nos manda tribulación. Las
virtudes, que son las fuentes del mérito, son practicadas solamente con hechos
hechos.
Los
que tienen más frecuentes ocasiones de pruebas hacen más actos de paciencia;
los que son insultados tienen mayores oportunidades de practicar la humildad,
benditas las almas que sufren aflicción con paz, pues ellas, por estos méritos
recibirán la corona de la gloria. Ellas son las almas que ganarán el centro de
la virtud y la corona de la pureza.
El
triunfo del Inmaculado Corazón de María garantiza todos los méritos del Cielo,
porque verdaderamente traerá las pruebas para así ganar la gracia.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, ruego tener las fuerzas para sobrellevar las
aflicciones con las cuales Dios probará mi amor. Que los méritos del Cielo
permanezcan imbuidos en mi mente y que la llama del amor sagrado permita a mi
alma alcanzar la gloria eterna. Envía tus ángeles, Madre querida, para proteger
y cosechar este corazón consagrado. Me abandono a tu cuidado compasivo, solo
deseo ser tu hijo. Guarda mi espíritu con tu manto de protección, ayúdame,
Virgen Santísima a buscar ayuda y refugio en ti.
«Es
verdad, me parece que los que sufrimos en la vida presente no se puede comparar
con la gloria que ha de manifestarse después en nosotros» (Romanos 8:18)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
QUINTO DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: vengo a llamarlos a la conversión en una forma muy especial. Os invito a
consagraros a mi Inmaculado Corazón en la fiesta del día escogido para vuestra
consagración a fin de que podáis glorificar a mi Hijo en la forma más preciosa.
Fue Él, el primero en escoger mi Corazón para que fuese manifestado a vosotros
y ahora Él os invita a vosotros a hacer lo mismo. Vengan a encontrarlo a Él,
donde tocó por primera vez la carne de la humanidad, aquí donde la sangre mi
Corazón se convirtió en su presencia en mi vientre. Es en el centro de mi
corazón donde Él os espera, justo como en el momento antes de hacerse carne.
Vengan
a este refugio para que yo también pueda tomarlos a cada uno de vosotros en mi
vientre para convertirme en vuestra Madre y entonces seréis mis preciosos
hijos. Es aquí dentro de mi Inmaculado Corazón a donde yo os llamo».
(Septiembre 9 de 1.993)
Dios
le ha confiado a Nuestra Señora el mantenimiento, administración y distribución
de todas las gracias del Cielo para que así todas sus gracias y regalos pasen a
través de sus manos. Nuestra Señora regala a quien Ella desea, cuando Ella
quiere, en la forma que Ella quiere, y tanto como quiere las gracias de Dios,
las virtudes de su Hijo y los regalos del Espíritu Santo. Por naturaleza un
hijo debe tener un padre y una madre. Esto es también cierto en el ámbito de la
naturaleza divina. Un Hijo de Dios lo recibe a Él como Padre y la Santísima
Virgen le es entregada como Madre.
Como
María le dio carne a Jesús, el Rey de los elegidos, así también Dios quiere
convertirnos en hijo de esta Madre. Quien desee ser uno con Dios también tiene
que recibirla a Ella como Madre por medio de la gracia, la cual Ella posee en
su totalidad. Esto significa que Ella continúa pasando las gracias de Dios a
todos sus hijos.
Como
el Espíritu Santo es el esposo de Nuestra Señora, Él trabaja en unión con Ella
y para Ella. Su mas divino trabajo es el verbo Encarnado, Jesucristo. El
Espíritu Santo continúa formando a los elegidos en Ella y por Ella en una forma
divina y verdadera. Así como un hijo logra satisfacer todas sus necesidades por
su madre, en la misma forma nosotros, sus hijos obtenemos todas las gracias por
Nuestra Sagrada Madre.
DIRECCIÓN
Debemos
buscar todo nuestro refugio dentro de su Inmaculado Corazón; así entraremos en
su vientre y nacemos de Ella hacia la misma luz de Cristo. Somos llevados por
su cuidado al centro de esta luz para que nuestra senda hacia la santidad sea
dirigida y guiada por su tierna protección maternal. En nuestra consagración le
entregaremos a Ella nuestras inseguridades y debilidades y depositamos nuestra
confianza dentro de su Inmaculado Corazón. Le debemos ofrecer a Ella nuestros
corazones cada día y así Ella puede darnos su guía y alegría en cada obstáculo
que encontremos. Finalmente, debemos entregarnos a Ella en total abandono
poniéndonos completamente a su servicio. A cambio Ella coloca todas nuestras
obras a los pies de su Hijo.
Por
lo tanto, «debemos lograr todo por el triunfo de Ella. Debemos defender su
Gloria y sus privilegios cuando sean atacados, acercar todas las almas a su
cuidado y levantar la voz contra aquellos que abusan de Ella, sin esperar
ninguna recompensa por nuestros pequeños servicios, excepto pertenecer al
Corazón de Nuestra Madre».
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, te ofrezco la disposición de mi pequeño corazón.
Enséñale la virtud y construye dentro de él un alma de pureza, de simplicidad y
un espíritu infantil. Dame la fortaleza, querida Madre, para convertirme en un
campeón de tu triunfo; que no descanse ni un momento, ni ahorre un minuto de
oración. Tómame en tu corazón, acaricia y cuida esta alma infantil como la tuya
propia. Líbrame, Madre mía, de mí mismo!.
«¡Llévame!
Corramos tras de ti» (Cantar de los Cantares 1:3)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
SEXTO DÍA
MENSAJE
«Queridos
hijos: los he llamado aquí a mi alcoba para extenderles a ustedes esta
agradable noticia de alegría. Les hago el llamado de los siglos. Los invito a
convertirse en mi Triunfo. Les pido solamente ir hacia adelante a compartir la
gracia que he concedido a cada uno de ustedes.
Deseo
que ustedes extiendan la devoción a Mi Inmaculado Corazón por medio de la
Consagración de sus corazones. Deseo que ustedes enciendan todas las almas al
regalo que ustedes están recibiendo. Recuerden esto: los invito a reunirse aquí
en esta alcoba, creen una unidad celestial: la unidad de Madre e hijo.
Tráiganme
sus corazones el día de su consagración, vengan juntos ecuménica, universal y
globalmente. Eleven sus peticiones para el cumplimiento de mi Triunfo como
nunca antes. Yo estaré con ustedes.
Vendré
a recibirlos dentro de mi Inmaculado Corazón, concédanme mi ardiente deseo,
queridos hijos.» (Septiembre 11 de 1.993)
GUÍA
Nuestra
Señora fue creada para Dios solamente y nunca ha conservado nada para Ella
misma. Ella le presenta y le da todo a Dios uniéndose a Él, con mucha más
perfección que el alma que está unida a Ella. Nuestra Señora es el eco de Dios.
A través de su Corazón, nosotros habremos encontrado la salvación eterna; María
le da vida al alma así como Ella le dio la vida a Jesús.
Ella
es mediadora con las almas que son puras de corazón y buenas intenciones, y les
da la razón de su ser y el poder fructificar en las virtudes con que Ella misma
fue adornada. Nuestra mente será iluminada por su fe pura, el corazón será
bañado por su humildad, inflamado por su caridad, hecho limpio por su pureza y
hecho noble y grandioso por su constante abrazo maternal. Estos son los frutos
de nuestra consagración a su Inmaculado Corazón.
DIRECCIÓN
Debemos
acercarnos a Nuestra Señora con un corazón lleno de agradecimiento por las
intensas e inmensas gracias y regalos vertidos en nuestra alma por su
permanencia en nuestros corazones. La retribución más importante que recibimos
de Nuestra Señora por nuestra consagración, es que Ella nos ama con un amor
inconmensurable para el criterio humano.
Ella
acoge, nutre el alma infantil, conduce y dirige cada alma personalmente. La
Santísima Virgen nos defiende y protege contra nuestros enemigos y contra
nosotros mismos. Finalmente, Ella intercede ante Dios Padre en el Cielo por
cada alma puesta a su cuidado. Ella la preserva, la cuida, la vigila y retiene
en cada corazón la gracia de su Inmaculado Corazón. Nuestra Señora vive en el
centro de nuestros corazones debido a la alianza de la consagración.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, deseo presentarte mi inmutable esperanza para la
conversión. Aumenta en mí el fuego del sagrado amor. Envía tus santos ángeles a
abanicar las llamas de este amor para que pueda embelesar mi corazón y hacer
fructífera mi consagración. Ayúdame a orar en todos los momentos, Madre
querida, para que yo pueda permanecer siempre en la presencia de tu Santísimo
Hijo. Une mi alma con el Espíritu Santo para que pueda ganar la gracia de la
Evangelización, de la santificación y de la oración continua.
«Alégrate,
llena de gracia, el Señor esta contigo». (Lucas 1:28)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
SÉPTIMO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, mi Hijo le dijo a las mujeres del mundo que no derramaran sus lágrimas por
Él, sino por sus propios hijos. Eran ustedes, mis hijos de esta generación, a
quienes Él se refería con tanta compasión; hijos tan profundamente hundidos en
la oscuridad, con la luz de mi Jesús tan escondida de vuestros ojos y
especialmente de vuestros corazones.
Es
a esta generación a la que llamo especialmente, para darles una gracia, la
gracia de mi Inmaculado Corazón. Deseen la santidad de tal manera que sus
corazones se quemen con este ardiente deseo. Rueguen por su santificación;
pidan que mi Corazón los favorezca con las virtudes y que dote sus almas con
pureza. Cada uno de estos regalos pueden ser otorgados por vuestros deseos y
aumentados con su práctica y aplicación.
Con
vuestra consagración a mi Inmaculado Corazón, ustedes están respondiendo a mi
llamado por mi Triunfo en la forma más divina y completa. Desde ese momento en
adelante, no hay nada que no se pueda lograr: pues estaréis realmente ligados a
mi Corazón por toda la eternidad.» (Septiembre 15 de 1.993)
GUÍA
El
Espíritu Santo espera dentro del alma por la llegada de Su Esposa. Cuando Él
encuentra que Su Esposa ha llegado a tomar posesión dentro de un alma, entonces
Él entra en totalidad, Él se comunica con el alma tan plenamente que llega
hasta el punto de encerrar a Su Esposa dentro del alma. Entonces ellos vivirán
allí en armonía con todos los regalos y gracias celestiales. Esta es la mayor
contribución de la unión de Sus Corazones dentro de los nuestros por medio de
la consagración.
Cuando
Nuestra Señora ha plantado sus raíces dentro del alma, Ella produce allí las
maravillas de las gracias que solo Ella trae. Por lo tanto, cuando no existen
maravillas dentro del alma es porque el Espíritu Santo ha entrado en nosotros y
no ha encontrado suficientemente unión entre nuestro corazón y el de Su Esposa.
DIRECCIÓN
Por
medio del deseo de santidad, Nuestra Señora puede darle a tu alma su propia fe,
que es la mayor que puede existir en la tierra. Ella te da confianza, porque tú
no te acercaras a Dios solo, sino siempre con Ella.
Este
regalo te es dado porque tú le has dado a Ella tus méritos, gracias y
necesidades e incluso tus debilidades; en cambio, Ella te dará sus virtudes y
te rodeara de sus propios méritos. En esta forma tú estarás listo para pedir
que la voluntad de Dios esté contigo también. Pero la razón por la que tú
prosperarás en gracia y confianza es que tú ya no confiaras más en ti mismo, el
espíritu de Ella ocupara el lugar del tuyo para que te regocijes en Dios. ¡Qué
transformación ocurrirá al momento de vuestra consagración, en los humildes
lugares donde la presencia del Espíritu Santo descansará!.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, te lo suplico humildemente; forma en mí un
corazón de invencible fe, profunda humildad, oración ardiente, firme esperanza
y caridad viva, para que esta mi consagración pueda ser fructífera. Reina de
los Corazones, ven a reclamar mi corazón; trae contigo a tu esposo, el Espíritu
Santo, para que ustedes puedan morar juntos para siempre en su profundidad en
el.
«Celebra
todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en el Dios que me
salva» (Lucas 1:46)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
OCTAVO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, ten conocimiento que yo tengo grandes expectativas de estos días. Ten la
seguridad de que yo permanezco contigo. Te pido que traigas a la luz la
importancia de los deseos de Dios por la consagración. Espero traer la luz de
las gracias sobre mis hijos de esta forma. Por medio de un corazón abierto,
puede el mundo convertirse en un paraíso interior y exteriormente.
Yo
vengo a traerle al mundo regocijo, consuelo y una advertencia, con cariño.
Quédate conmigo, mí querido Ángel, permite que mi corazón brille al mundo en ti
ya través de ti. Que la paz de mi hijo esté contigo». (Septiembre 18 de 1.993)
GUÍA
Fue
por medio de Nuestra Señora como la salvación del mundo comenzó y es a través
de Ella como será consumada. La Santísima Virgen nos ha sido revelada y dada a
conocer por el Espíritu Santo, a fin de que a través de Ella, Jesús pueda ser
conocido y amado. Ahora, en estos últimos tiempos, Dios desea que conozcan a Su
Hija, la obra maestra de su creación.
El
desea ser glorificado y alabado en Ella y a través de Ella por todos. Jesús
vino a nosotros por el portal del Cielo dentro de su vientre, y Ella debe ser
reconocida a fin de que Jesús también lo sea. De modo que es por Ella que todas
las almas que han de brillar especialmente en Santidad, han de encontrara
Nuestro Señor dentro de su Inmaculado Corazón. Nadie puede encontrara María si
no la busca. Nadie puede desearla sin conocerla. Es entonces necesario, para la
mayor gloria de Dios, que cumplamos con su profundo deseo de honrar a su Madre.
DIRECCIÓN
Debemos
buscar la faz de Nuestra Señora cada mañana tal como un niño busca la cara de
su madre cuando se despierta; y si no la ve, comienza a llorar hasta que ella
se acerca. Así debemos tratar a Nuestra Madre, María. No debemos temer llamarla
a Ella cuando estamos seguros de su paradero. Si nos sentimos solos, no debemos
dudar en llamarla inmediatamente. Debemos escudriñar en busca de su mano,
asirnos a Ella y no soltarla jamás. Es por medio de nuestra consagración como
estaremos aptos para encontrar su mano en medio de la oscuridad.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, tú tienes el poder de cambiar corazones,
transforma el mío. Hazme un hijo digno de tenerte a ti por Madre. Fijo mi
mirada de esperanza en Ti, a fin que pueda encontrar tu bello rostro cada
mañana. Permíteme que por medio de mi consagración a Ti pueda tomar tu mano
para siempre.
«María,
por su parte, observaba cuidadosamente todos estos acontecimientos y los
guardaba en su corazón» (Lucas 2:19)
Coronilla
de las virtudes
VIGÉSIMO
NOVENO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, cada alma que es consagrada a mi Corazón maternal, estará dotada con todos
los méritos de mi gracia celestial. Esta le es dada sin ninguna restricción,
pues se ha convertido en el cumplimiento de mi triunfo. Tú eres mi donativo de
salvación, tú eres, al final, el testigo del Sagrado Corazón de mi Hijo y la
manifestación de su amor y misericordia, por tu participación y dedicación en
tu consagración a mi triunfante Corazón Inmaculado. Esto es lo que yo deseo que
tu viertas sobre tu corazón, que permitas que la luz de mi Hijo sea mas conocida
y Yo más amada. Este es su más caro deseo que yo anhelo ver cumplido».
(Septiembre 19 de 1.993)
GUÍA
En
estos últimos tiempos, Nuestra Señora resplandecerá como nunca antes en
misericordia, poder y gracia. En misericordia, para traer de regreso y
amorosamente recibir a los pobres pecadores, y para traer conversión,
consagración y renovación a la Santa Iglesia. En poder, Ella viene a traer un
ejército potente contra la guerra levantada por Satanás quien alzará una
rebelión contra Dios. En gracia, Ella resplandecerá en gracia, para sostener
sus valientes soldados que combaten por su triunfo.
Más
que todo, Nuestra Señora viene a hacer la guerra contra el demonio, porque el
levantará una cruel persecución y pondrá terribles trampas en la senda de la
santidad. Está escrito que en la gloria final del Triunfo, «Haré que haya
enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya». (Génesis 3:15)
Ella aplastará la cabeza del Demonio con su talón, esta enemistad es entre
María y Satanás; es en esta batalla final en donde nos uniremos para
proclamarla a Ella nuestra Reina «El Triunfo de su Inmaculado Corazón». Este
triunfo comienza dentro de nuestros corazones donde por tanto tiempo ha estado
dormido.
DIRECCIÓN
Nuestra
Señora se manifiesta al mundo por medio de nuestra consagración; es así como
estamos aptos para reflejar su gracia a toda la gente. Estamos llamados a ser
los faros de verdad en la batalla por su Triunfo. Esta es una guerra hecha
contra los hijos de María. Lo que Satanás ha perdido por su orgullo, María lo
ha ganado por su humildad, lo que ha sido perdido por desobediencia, Nuestra
Señora lo ha ganado por su completa sumisión y abandono.
Con
el pecado original el paraíso que Dios creó fue perdido; pero María siendo una
sierva fiel, ha venido a salvar a sus hijos. Estos hijos, que son también
siervos junto con Ella, han consagrado todos los corazones ganados por Ella
para el reinado del Sagrado Corazón de Jesús. Así es como esta batalla es
establecida entre los hijos de la luz y los de la oscuridad. Es está la
persecución que nosotros sentiremos más que nunca, debemos recordar que el
espíritu humilde siempre vencerá sobre el orgullo.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, manifiesta en mí la gloria de tu Triunfo!
Fortaléceme en la batalla, porque verdaderamente es ésta la más fiera conocida
por la humanidad. Consígueme total abandono en mi consagración. Vísteme con la
orden de batalla de la virtud, con la espada de la verdad como bandera de tu
Triunfo.
Anímame,
por medio de la convicción de sostener los valores y la moral enseñados en los
mensajes del Evangelio. Fortifícame en mi plaza fuerte con la oración, para que
pueda encontrar una invencible unidad contigo y tu esposo. Realza mi alma con
la gracia para soportar la persecución y las pruebas que vendrán, para que
pueda regocijarme en la gloria de tu Victoria Triunfante.
«En
adelante todos los hombres dirán que soy feliz. En verdad el Todopoderoso hizo
grandes cosas para mi» (Lucas 1: 48 – 49)
Coronilla
de las virtudes
TRIGÉSIMO
DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, mira las oportunidades que se te han concedido en el mundo para propagar
el llamado a la consagración a mi Inmaculado Corazón. No permitas que ninguno
se te escape, muchos esperan hoy recibir y crecer en este llamado. Te digo que
este es el llamado a la santidad en estos días, es la gracia de renovación y
transformación, en forma igualmente personal y universal.
Mi
Triunfo será sentido en ambas formas: interna y externamente en la Iglesia. La
restauración de la verdad del mensaje de salvación de mi Hijo está en camino y
ningún rincón del globo quedará sin ser tocado por Su gracia y justicia.
Trata
de recordar e iluminar a todos los que actualmente pertenecen a esta misión, la
importancia y urgencia que yo pongo en su cumplimiento. No tengan un momento de
duda de cómo va a ocurrir todo esto; solamente escuchen cuidadosamente y
respondan inmediatamente a todo lo que se les pida ahora. Te aseguro que la
tierra temblará ante la fuerza que el Cielo lanzará sobre ella.
Muy
pronto el encuentro de la batalla será visto en la calles y en el Cielo, ningún
corazón permanecerá solo, será tomado por mi Inmaculado Corazón o tomado por
Satanás. Aquí están las verdaderas selecciones, el alma será protegida por la
gracia o arrebatada por el demonio. Consideren esto seriamente, todos los que
oigan mi Corazón».(Septiembre. 22 de 1.993)
GUÍA
Dios
desea que su Madre pueda ser más conocida y amada. Todos sus hijos conocerán su
grandeza y consagrarán sus corazones a Ella. Ellos experimentarán su bondadoso
y maternal abrazo, su misericordia, de la cual Ella está llena y la necesidad
que tienen de su ayuda. Ellos vendrán a pedirle todo a Ella, serán sus
apóstoles, la corte de los tiempos modernos, ellos serán ministros para el
Triunfo, quienes como fuego ardiente, encenderán el fuego del divino amor en
todas partes.
Nuestra
Señora penetrará los corazones de los enemigos con el fuego de estos corazones
consagrados, Ellos serán los truenos que llenen los Cielos, estos corazones se
separarán de todo y al no ser distraídos por nada, regarán sobre el mundo la
lluvia de la verdad y del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora. Estamos llamados
a convertirnos en soldados de su poderoso ejército de Triunfo, nuestra
consagración nos unirá para enfrentar esta guerra final cuyas proporciones no
podemos comprender.
DIRECCIÓN
Seremos
los verdaderos apóstoles de los últimos tiempos, es decir el ejército al cual
el Señor le dará su espada de la verdad y que traerá las maravillas de la
consagración a todos los que esperan con corazones anhelantes. Ellos no tendrán
dinero, ni posesiones, pero tampoco tendrán preocupaciones sobre eso. Se
encontrarán en medio de sacerdotes escogidos para dirigir esta fuerza del
Espíritu Santo. Tendrán las alas de la pureza y la llama para la salvación de
las almas e irán a donde el Espíritu Santo los llame. No predicarán más que el
oro de la caridad y traerán el amor de Dios y la ternura de la Santísima
Virgen.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!: Guíame en la batalla, hazme un verdadero apóstol
de tu Triunfo. Pon mi corazón en la fila de tu escogida corte, al servicio de
tu Hijo en forma especial. Mándame hacia el mundo para que pueda ganar para ti
aunque sea un corazón para presentárselo a Dios Padre como tu donación de
salvación. Une mi consagrado corazón con aquellos que tú has escogido para
guiar esta fuerza de verdad. Ayúdame, Madre querida, a no vacilar un momento,
sino permanecer fuerte, convencido y comprometido con tu Triunfo.
«Entonces
se le apreció un Ángel del Cielo que venía a animarlo» (Lucas 22:43)
Coronilla
de las virtudes
TRIGÉSIMO
PRIMER DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, te he pedido divulgar el acto de la consagración a mi Inmaculado Corazón
en todas las formas. Deseo proteger y guiar a todos aquellos qué trabajan
diligentemente para este llamado. Son estas mismas las qué ganaran gran favor
ante los ojos de Dios.
Permíteme
ayudarte a contemplar la magnitud de los deseos de Dios Padre. El desea tener
todos los corazones unidos al de Él, por medio mío, porque es a través de Mi
Corazón como El vendrá a todos ellos. Es su amor por mi el que crea esta gracia
para las almas.
El
desea grandemente compartir la riqueza del Cielo con todas las almas y es por
este medio como El desea compartir mi corazón con ellos también.
El
tiempo se hace corto, mi ángel, haz un llamado para que estén preparados para
el gran don del Cielo por la consagración a mi Inmaculado Corazón. Vengan
juntos para que yo pueda enseñarles a todos su importancia y así otorgar mi
gracia sobre los líderes que tendrán el regalo de mi Corazón y el poder del
Espíritu Santo, que por medio de estos regalos, ellos pueden evangelizar las
multitudes, y que nosotros, todos juntos podamos cumplir el más ardiente deseo
de Dios.
Te
digo, querido ángel, que solemnemente solicito qué le des tu completa confianza
y atención a este asunto». (Septiembre 23 de 1.993)
GUÍA
En
una palabra sabemos que los apóstoles de estos tiempos serán verdaderos
discípulos de Cristo. Ellos vienen a enseñar el mensaje del Evangelio en toda
su verdad, sin compromisos. Les enseñaremos la vía angosta de la verdad pura,
según el Evangelio, y no la mala representación del mundo. Cargarán la cruz en
sus hombros y llevarán el Rosario en sus manos. Imbuidos en sus corazones está
el nombre de María y el reflejo de Cristo en sus ojos. Este es el gran ejército
que Ella está reuniendo, pero es Nuestra Señora quien, a petición de Dios Padre
los forjará para el propósito de crear la unidad por la gracia divina por medio
de la consagración a su Inmaculado Corazón.
DIRECCIÓN
Aquellos
que han oído el llamado a esta misión, encontrarán que la llama arde tan brillante
dentro de sus corazones que nada puede extinguirla y nada puede calmarla
excepto el calor y el abrazo del Corazón de Nuestra Señora. Nosotros somos
escogidos para estar a su servicio en la batalla más importante de todos los
tiempos. La batalla ha comenzado, las señales son evidentes dentro del mundo.
Cada día, continuamos la pelea por su victoria. Por el don de la cruz, seremos
fortalecidos y fortificados con su peso. Al final nosotros también estaremos
llenos de regocijo en el momento de la resurrección.
Al
final de la carrera, cuando inclinemos la cabeza para recibir la corona de la
victoria encontraremos que la luz que ha guiado nuestro camino, fue el Corazón
de Nuestra Madre. Ella graciosamente dirigió nuestra alma por una senda que
ningún hombre podía conocer. Solo Ella conocía y veía las trampas y lazos
colocados frente a nosotros, Nuestra consagración es nuestra garantía de
Victoria en el fin.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, recógenos dentro de tu manto de protección con tu
abrazo maternal; dentro del refugio de tu Inmaculado Corazón. Ayúdame a conocer
mi lugar en el plan divino de Dios.
«Para
esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la verdad. Todo hombre
que está de parte de la verdad, escucha mi voz» (Juan 18:37)
Coronilla
de las virtudes
TRIGÉSIMO
SEGUNDO DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, vengo en estos días a darte aquello que será necesario para cumplir todos
los requisitos de Dios. Por mi intenso amor, mi Corazón le es dado al mundo. A
través de mi Inmaculado Corazón, esta segunda gracia puede descender hoy sobre
la humanidad. De la misma manera que el vino de mi vientre como el Caballero de
Salvación para el mundo, así Él desea traer su tierno y amoroso Corazón una vez
más a sus hijos. El ha decidido entregar su Sagrado Corazón otra vez, por medio
de mi Inmaculado Corazón.
Por
lo tanto ya ves, ángel mío, lo importante que es cada corazón consagrado a mi
Triunfo porque, a través de mi Corazón, ellos encontrarán el de Él, de una
manera más profunda.
Pido
que este llamado sea dado a todos los corazones para que esta inmensa gracia
celestial pueda derretirlos y moldearlos en la imitación de mi Inmaculado
Corazón. Así, en esta forma, y solo en esta forma, podrán ellos ser traídos al
portal del Cielo y colocarlos donde Dios siempre ha deseado que ellos descansen
en su luz». (Septiembre 29 de 1.993)
GUÍA
De
la corte que le pertenece a Nuestra Señora, vendrán los santos y los ejemplos
para el futuro. Esos serán aquellos que han fundado el Triunfo de su Inmaculado
Corazón y han sido probados a fuego. Estas grandes almas estarán llenas de celo
y llenas de gracia. Estas serán escogidas para luchar contra los enemigos de
Dios. Esta batalla se enfurecerá a su alrededor y ellos permanecerán
singularmente concentrados en el Inmaculado Corazón de Nuestra Señora.
Ellos
serán iluminados por su luz, fortalecidos por su mano, guiados por su Espíritu,
soportados por su brazo, y acogidos bajo su manto de protección. Con sus
palabras y ejemplos, ellos atraerán al mundo entero al Inmaculado Corazón de
María, ellos se harán de muchos enemigos pero también traerán victorias y
gloria a Dios. Estos son los apóstoles del Triunfo unidos al Corazón de Nuestra
Señora por la consagración.
DIRECCIÓN
La
devoción a Nuestra Señora es necesaria para todo el mundo a fin de conseguir su
salvación. Es aún más importante para aquellos que aceptan el llamado a la
perfección. No es posible adquirir una intima unión con Dios y con el Espíritu
Santo sin una sincera unión con Nuestra Señora. Esta unión conlleva una gran dependencia
a su buena voluntad e instintos maternales. Es el corazón de Nuestra Señora el
que gana el acceso a la puerta del estrecho camino al Cielo.
Nuestra
consagración nos llama al escondido mundo del vientre de Nuestra Madre María;
que está llena de todos los misterios del Cielo, esperando ser dispensados a
todos los humildes de corazón. Nosotros, llamados a ser elegidos, somos
llamados a este paraíso secreto dentro de la Santísima Virgen.
Es
desde este reino místico donde nosotros seremos transformados y moldeados
conforme la imagen perfecta de Dios, nos convertiremos el ejemplo de unidad,
conversión y santidad.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, dale a mi alma la perfección a la que he sido
llamada!. Concede a mi alma la habilidad que se requiere para permanecer en el
llamado a la santidad. Escóndeme en tu vientre, querida Madre, consagrado como
hijo tuyo y cosa tuya, ilumina la tarea que estoy llamado a realizar. Mándame a
los campos a recoger la cosecha de tu Triunfo: todas las almas que anhelan tu
abrazo.
«Apareció
en el Cielo una señal grandiosa: una mujer vestida de sol (Apocalipsis 12:1)
Coronilla
de las virtudes
TRIGÉSIMO
TERCER DÍA
MENSAJE
«Ángel
mío, deseo pedirles a todos mis hijos: antes de comenzar el Acto de la
Consagración, antes de la primera palabra de promesa de sus corazones, que
deben examinar su vida interior. La unión de nuestros corazones esta hecha de
puros obsequios de amor. Si no encuentran que este es el motivo, el alma debe
detenerse, retroceder y volver a comenzar. Solamente cuando esté invadida por
un irresistible amor por mi Inmaculado Corazón podrá consagrarse
definitivamente».
«Este
es el verdadero Acto de Consagración, un intercambio de corazones con una total
entrega tuya a mi amor y una entrega total de mi amor hacia ustedes. El amor es
el único regalo del Padre, con el amor viene todo lo demás. Tu no puedes
florecer en este acto sin la base de amar».
«Ángel
mío, con esto grabado en el centro de tu corazón, estaré en condiciones de
traer a cada corazón a la senda de mi Hijo».
Madre,
«¿Es ésta la única razón por la que tu deseas que el alma se dirija a ti?».
«Si,
mi ángel, yo comienzo hoy a preparar la actitud de los corazones que van a ser
consagrados». (Marzo 3 de 1.993)
GUÍA
El
propósito total de todo esto es traer cada alma a su estado original ante Dios,
sin pecado, como Él la creó en un principio. Si el enfoque del Cielo es traer a
las almas de regreso dentro de la perfección para la cual fue creada, la
consagración debe ser realizada como un acto para el mismo propósito. El plan
inicial de Dios Padre, al enviar a su Hijo sobre la tierra, fue el de llevar a
todas las almas a su estado original, entonces cada acto que cualquiera haga
debe ser por la misma razón.
La
consagración, por lo tanto, debe tener todas las cualidades redentoras que
estarán presentes dentro de Nuestra Señora. Este es el camino que le permite a
Ella realizar su misión como Corredentora y en unión con Jesús traer las
cualidades redentoras de El, lo que se convierte en el verdadero propósito de
la Consagración.
DIRECCIÓN
En
todas nuestras acciones para complacer a Dios encontraremos estas señales por
las que podemos conocer si realmente lo hemos hecho solo por Dios:
Primero:
Si cuando tu trabajo no ha tenido éxito, tú no estás molesto sino que
permaneces tan tranquilo como si hubieras alcanzado tu meta.
Segundo:
Te regocijas en las cosas buenas hechas por otros como si hubieran sido hechas
por ti mismo. Al alma que busca nada más que la divina voluntad de Dios no le
importa si algo bueno ha sido hecho por otro o por uno mismo.
Tercero:
Si no deseas un trabajo más que otro porque estás contento con el que te
asignan.
Cuarto:
Si realizas un buen trabajo, no deseas gracias o reconocimiento sino que
permaneces con la misma tranquilidad de mente, aún cuando seas maltratado,
satisfecho porque le has dado alegría a Dios.
Quinto:
Si tu trabajo es interrumpido en un momento dado, no te molestas.
Es
por medio de estás guías como podrás darle paz a tu alma y traer la mayor
gloria a Dios.
MEDITACIÓN
¡Oh
Inmaculado Corazón de María!, concede a mi alma en esta consagración a través
de Ti, las gracias para conservar la paz y la tranquilidad en todas mis
acciones. No permitas que mis propios deseos nublen las riquezas de tu cosecha.
Ruego que nunca busque mis propios fines en mis tareas, sino conseguir el
cumplimiento de tu Triunfo.
Dale
a mi alma la gracia de aceptar mi trabajo y de completarlo por amor a Él. En mi
«Sí» le doy a Él todo mi pasado, presente y futuro, alegrías y tristezas,
oraciones y sacrificios, todo lo que soy y todo lo que el Padre moldeara en mi.
«También
sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman» (Romanos
8:23)
Coronilla
de las virtudes
cristo
de medjugorje en penumbra fondo
SUGERENCIAS
PARA LA REALIZACIÓN EXITOSA DE LA PREPARACIÓN A LA CONSAGRACIÓN Y DE LA
CONSAGRACIÓN MISMA
1.
LA PREPARACIÓN DEBE SER VISTA CON TANTA IMPORTANCIA COMO EL DÍA DE LA
CONSAGRACIÓN
“La
preparación debe ser vista con tanta importancia como el acto mismo de la
consagración; de otra manera el alma no podrá recibir la gracia diseñada
específicamente para la consagración.
Es
necesario que preparemos nuestras almas para recibir esta gracia santa, de otra
manera quedaremos con solo una parte de lo que Ella había intentado
conferirnos. Esta gracia no se puede manifestar con la perfección que ha sido
diseñada si el alma no ha preparado el vaso en que será recibida; el alma
recibirá solamente el nivel de gracia que está preparada para recibir.”
“Queridos
hijos; ábranme sus corazones a mí porque yo deseo colocar mi chispa dentro de
ustedes, yo solo puedo dar lo que ustedes puedan aceptar”
2.
SE DEBE HACER EN ESTADO DE GRACIA
Es
necesario estar en gracia de Dios durante la preparación y la consagración.
“El
alma debe desear una reconciliación con Dios; esta gracia es otorgada en parte
con la consagración misma, porque es una gracia de unidad; pero sin reconciliación,
la unidad total no puede formarse, porque la plenitud de la gracia que ha sido
concedida está efectivamente bloqueada. La gracia debe ser colocada dentro de
lo más profundo del alma, y es solo mediante la reconciliación que la gracia de
Dios puede ser recibida perfectamente; como es tan inmensa la gracia otorgada,
así debe ser la reconciliación.”
3.
HÁGALO EN LO POSIBLE CON UN GRUPO O CENÁCULO DE ORACIÓN
“Permanezcan
fuertes en unidad. Satanás no puede causar daño cuando permanecemos todos unidos
con mi Jesús como nuestro centro.
Vendré
a recoger las cosechas de esta consagración unificada, mi corte. En la
consagración a mi Inmaculado Corazón ustedes darán su «Sí» para ser escogidos y
colocados a su servicio de un modo especial.
Entonces
recogeré este rebaño escogido y lo juntaré con mis pastores escogidos. Únanse
en un lazo de unión en nombre de mi triunfo.”
La
perseverancia hasta terminar los 33 días puede ser ayudada al hacerse con un
grupo de amigos espirituales. Unos pueden animarse a los otros y compartir el
visualizar los beneficios buscados manteniendo el entusiasmo hasta terminar.
Pero en caso de que las circunstancias lo dificulten se puede realizar en forma
individual.
Es
conveniente que se haga, de tenerlo, con los compañeros del grupo de oración
con que cuente la persona.
Para
los que no tengan un grupo o cenáculo de oración, se da una guía en el capítulo
6 “Cómo realizar un Cenáculo de Oración” en el libro (esto es un extracto)
4.
HACER COINCIDIR EL DÍA DE LA CONSAGRACIÓN CON UNA FESTIVIDAD MARIANA
“Queridos
hijos: vengo a llamarlos a la conversión en una forma muy especial. Os invito a
consagraros a mi Inmaculado Corazón en la fiesta del día escogido para vuestra
consagración a fin de que podáis glorificar a mi Hijo en la forma más preciosa.
Para
ello sigamos las instrucciones del cuadro dispuesto atrás para el efecto.
5.
PREPARE CON ANTICIPACIÓN LA CEREMONIA DEL DÍA DE LA CONSAGRACIÓN
“En
la fiesta del día de la consagración, la gracia de Dios Padre caerá sobre
ustedes como lluvia del Cielo; entonces recogeré este rebaño escogido y lo
juntaré con mis pastores escogidos. Únanse en un lazo de unión en nombre de mi
triunfo.
Tráiganme
sus corazones el día de su consagración, vengan juntos ecuménica, universal y
globalmente. Eleven sus peticiones para el cumplimiento de mi Triunfo como
nunca antes. Yo estaré con ustedes.”
Para
ayudar a darle tal importancia será lógico apoyarse en un sacerdote que
acompañe el proceso. Con él se puede organizar con anticipación una pequeña
ceremonia adecuada dentro de una misa especial el día de la consagración. Debe
dársele la trascendencia que merece. De no ser posible se puede suplir con un
laico que dirija la iniciativa y en último termino hacerlo en forma individual.
Pero parece natural que la consagración se realice dentro de una misa en ese
día de fiesta mariana escogido.
6.
ESTUDIE EL CONTENIDO DEL MATERIAL DE LA PREPARACIÓN Y SUS COMPLEMENTOS PARA
ENTENDER MEJOR SU PROPÓSITO Y CONSECUENCIAS
a.
Estudio temático del material preparatorio revelado para la consagración. El
contenido de los mensajes, guías, direcciones y meditaciones dispuestos para
los 33 días es de un contenido doctrinal y teológico maravilloso (obvio por
venir del cielo). Está dispuesto de tal forma que habla al corazón y al
espíritu más que a la mente.
“Dios
siempre desea hablarle al corazón y no a la mente; la mente está llena de mucha
más voluntad propia, mientras que nuestros corazones permanecen en el umbral
del alma.”
Por
eso está dispuesto en corriente de pensamiento, dejando en segundo lugar la
importancia a la agrupación temática o la secuencia lógica tan apreciadas en
nuestra cultura occidental.
Pero
si queremos también apreciar el sencillo pero profundo contenido doctrinal y de
teología de la historia que se incluye, podemos verlo en el Estudio Temático
Del Contenido.
Este
material no suple la secuencia diaria pedida por la Virgen, pero ayuda a
motivarse a realizar la preparación y la consagración, al entender mejor lo que
se está haciendo, a ser persistentes al admirarse de todo los beneficios
ofrecidos y dados, y como material de estudio para la renovación diaria de la
consagración que se espera hagamos a posteriori. (ver más adelante).
b.
Las Virtudes concedidas en la coronilla, por la Virgen “Vuestra Señora de las
Virtudes” en la Consagración. De otro lado como veíamos atrás, el vidente nos
señala por inspiración del cielo, respecto a la Coronilla de las virtudes:
“En
la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace unas promesas: La promesa de
la perseverancia en la oración para el crecimiento de las virtudes, y la
siembra de las semillas de santidad por las cuales la gracia será cultivada.
Esta
coronilla contiene todas las virtudes que Nuestra Señora desea encontrar en
nuestras almas.
Las
gracias contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir
nuestras almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.”
Para
facilitar la apertura a la gracia y para recibir estas virtudes, convendría
recapacitar en qué es lo que estamos pidiendo y cómo se manifiestan estas en la
vida diaria. Para ello se hace un corto tratado
que convendría ir estudiando durante la preparación y no esperar hasta
terminar los 33 días para hacerlo algún día.
7.
APROVECHE EL TIEMPO DE LA PREPARACIÓN PARA DESARROLLAR LA VERDADERA DEVOCIÓN A
LA VIRGEN MARÍA Y SU MANIFESTACIÓN EN LA VIDA DIARIA
Nos
dice el vidente de Medugorje, inspirado por el cielo:
“Cuando
la consagración es hecha auténticamente con verdadero amor, es imposible que el
alma no sea transformada; así es verdad, que cuando una persona le dice a otra
que en la consagración su vida fue transformada, realmente manifiesta un cambio
verdadero.
La
consagración es la verdadera unión mística de los corazones, es la unidad que
transforma y convierte. Es una infusión de gracia tan intensa que hace
imposible que el alma pueda permanecer como antes de hacer esta promesa. Una
ola de virtud caerá sobre el alma lanzándola a un ardiente deseo de agradar a
Dios en este acto de culminación y por la dedicación a los tiernos deseos de su
Madre.”
Pero
esto no ocurre solamente después de haber hecho la consagración el día 33. Debe
empezar a manifestarse en la vida diaria de los que se están preparando y con
más razón luego de esta infusión del Espíritu.
8.
RENOVACIÓN DIARIA DE NUESTRA CONSAGRACIÓN
“Para
recibir tal abundancia de gracias debemos ir con el corazón lleno de
agradecimiento; debemos renovar nuestra consagración diariamente implorando el
auxilio de Nuestra Señora para todo lo que el resto del día nos pueda traer.
Esta
consagración debe ser constante, para que Yo pueda siempre estar presente en
ti; debes encontrar tu fuerza dentro de tu corazón.
Ángel
mío, te pido que renueves tu consagración a Mí de una manera muy especial.”
El
“Intercambio de Corazones” prometido, y que se transcribe en la contracarátula
al principio de este libro, se alcanza en proporción a la calidad espiritual de
la preparación y a la devoción puesta. Nunca estará uno suficientemente
“Consagrado” como nunca alcanzará uno la santidad final acá en la tierra. Debe
seguir progresando día a día, no “echar para atrás”, y reanudar el camino
cuando bajamos la guardia, retrocedemos o nos estancamos. Así, esta
consagración se puede repetir en varias oportunidades.
Es
un proceso de nunca acabar. Los capítulos complementarios buscan ayudar en ese
empeño. Se considera fundamental estudiar la obra de San Luis Grignon de
Montort y de San Luis María de Ligorio, insuperables.
9.
INVITE A OTRAS PERSONAS A QUE SE CONSAGREN
“Lucha
con todas tus fuerzas para que todas las almas sean tocadas con este ruego del
Cielo. El más ardiente deseo de Dios Padre es que todas las multitudes sobre la
tierra se junten como un lazo sagrado de unidad.
Les
pido solamente ir hacia adelante a compartir la gracia que he concedido a cada
uno de ustedes.
Deseo
que ustedes extiendan la devoción a Mi Inmaculado Corazón por medio de la
Consagración de sus corazones. Deseo que ustedes enciendan todas las almas al
regalo que ustedes están recibiendo.
A
través de ti vendrán un canal de gracia sobre todos aquellos mis hijos que
esperan con corazón abierto.
cruz
azul podbro
MODELOS
DE ORACIONES DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
CONSAGRACIÓN
PARA LA TRIUNFANTE VICTORIA
DEL
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
(El
que debe hacerse el día de la Consagración)
En
este despertar del amanecer de tu Triunfo, Yo, tu hijo, unido en la respuesta a
tu llamado maternal, hago mi promesa de consagración a tu Inmaculado Corazón,
participando así en tu Triunfo.
Te
ruego, querida Madre, que me lleves en tus manos maternales para ser presentado
a Dios Padre en el Cielo y ser así escogido y colocado al servicio de tu Hijo
en forma especial, al aceptar los sacrificios del Triunfo de tu Inmaculado
Corazón.
En
este solemne acto yo me consagro a tu Inmaculado Corazón. Yo, como tu hijo, te
ofrezco mi Sí al unísono con el tuyo propio; te ruego que sea fortificado y
permanezca fuerte hasta el final de esta batalla por la culminación de las
promesas que hiciste en Fátima: la conversión de Rusia, la tierra de tu más
grande victoria, y por medio de la cual vendrá la conversión del mundo entero y
el reinado de la paz global.
Reina
de los Apóstoles, Corredentora, guíame en medio de la oscuridad de este tiempo,
en el que los rayos de tu amanecer vienen a dar luz a mi horizonte. Con el
refugio de tu Inmaculado Corazón como mi faro, mándame a los campos de batalla
con tu espada de la verdad y con la coraza de la virtud, para ser su reflejo.
Con este acto de consagración quiero vivir contigo, por medio de Ti, todos los
compromisos asumidos en mi consagración bautismal.
Me
comprometo a realizar en mí la conversión interior requerida por el evangelio,
que me libre de todo apego a mí mismo, de los fáciles compromisos con el mundo,
para estar como Tú, sólo disponible para hacer siempre la voluntad del Padre.
Quiero confiarte, Madre dulcísima y misericordiosa, mi existencia y vocación
cristiana, para que Tú dispongas de ella para tus designios de salvación en
esta hora decisiva que pesa sobre el mundo.
Me
comprometo a vivirla según tus deseos, con un renovado espíritu de oración y de
penitencia; con la participación fervorosa en la celebración de la Eucaristía y
en el apostolado, me comprometo a rezar el Rosario diariamente; me comprometo a
un austero modo de vida conforme al Evangelio y me comprometo a ser un buen
ejemplo para los demás en la observancia de la ley de Dios, en el ejercicio de
las virtudes cristianas y en especial de la caridad, la humildad y la pureza de
la infinita misericordia y amor de Dios Padre.
Prometo,
Madre mía, la fidelidad a nuestro Santo Padre el Papa como el divino
representante de Cristo entre nosotros. Que esta Consagración le dé a Él la
unidad de nuestros corazones, mentes y almas: llevar a una realidad el Triunfo
de Tu Inmaculado Corazón, para que pueda descender sobre la tierra bajo su
pontificado.
Como
un apóstol de tu Triunfo, te prometo, Madre, ser testigo de la divina presencia
de tu Hijo en la Sagrada Eucaristía, la fuerza unificante de tu poderoso
ejército. Que encuentre convicción, confianza en el único centro de unidad que
es el Santísimo Sacramento. «Que sea creada por Él en mí un alma de
perfección». Ruego que Su reflejo brille sobre todo el mundo y sobre todos los
hombres. Oh Santísima Virgen de Pureza, Mediadora de todas las gracias
celestiales, habita en mi corazón, trae contigo a tu Esposo, el Espíritu Santo;
así mi consagración será fructífera por medio de los regalos, gracias y dones
infundidos por Su llegada. Con el poder de Su presencia permaneceré firme en
confianza, fuerte y persistente en la oración y entregado en total abandono a
Dios Padre.
Que
el Espíritu Santo se manifieste sobre el mundo como un murmullo de oraciones a
través de la unión de corazones. Yo, (Nombre), tu hijo(a), en presencia de
todos los ángeles de tu Triunfo, de todos los Santos del Cielo y en unión con
la Santa Madre Iglesia, renuevo en las manos del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, los votos de mi Bautismo.
•
ofrezco, querida Madre, todo mi pasado, mi presente y mi futuro, las alegrías y
las tristezas, las oraciones y los sacrificios, todo lo que soy y todo lo que
tengo y todo lo que el Padre moldeará en mí.
•
doy, Madre, mi amor y compromiso para que siempre estemos unidos en el SI de la
eternidad y en las profundidades de tu Triunfante Inmaculado Corazón. Colócame
en tu Corazón Inmaculado y cúbreme con tu manto.
Amén
CONSAGRACIÓN
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
(Tradicional
de San Luis Grignón de Montfort)
Yo,
pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en tus manos, Oh madre Inmaculada, los
votos de mi bautismo.
Renuncio
a Satanás, a todas sus presunciones y a sus obras, y me entrego enteramente a
Jesucristo, la Sabiduría Encarnada, para llevar mi cruz siguiendo sus pasos,
todos los días de mi vida, y serle fiel de ahora en adelante.
En
presencia de la Corte Celestial, te escojo en este día como mi Madre y Señora.
Me consagro a tu Corazón Inmaculado y te entrego, como esclavo, mi cuerpo, mi
mente y mi alma; todos mis bienes, tanto interiores como exteriores; y aún el
mérito de todas mis buenas obras pasadas, presentes y futuras. Particularmente
te consagro a mi familia, otorgándote todo el derecho de disponer de mí y de
todo lo que me pertenece según sea de tu agrado, para la mayor gloria de Dios
en el tiempo y la eternidad.
CONSAGRACIÓN
CORTA TRADICIONAL
Oh
Señora mía, Oh Madre mía. Yo me entrego del todo a
Ti.
Y en prueba de mi filial afecto te consagro desde este día mis ojos, mis oídos,
mi lengua, mi corazón, en una palabra: todo mi ser.
Y
ya que soy tuyo, Oh Madre de Bondad, protégeme y defiéndeme, como hijo y
posesión tuya, Amén
ACTO
DE CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN INMACULADO DE MARIA
(Movimiento
Sacerdotal Mariano)
Virgen
de Fátima, Madre de Misericordia, Reina del Cielo y de la Tierra, refugio de
los pecadores, nosotros, adhiriéndonos al Movimiento Mariano, nos consagramos
de modo especialísimo a tu Corazón Inmaculado.
Con
este acto de consagración queremos vivir Contigo y por medio de Ti todos los
compromisos asumidos con nuestra consagración bautismal. Nos comprometemos
también, a realizar en nosotros aquella interior conversión tan requerida por
el Evangelio, que nos libre de todo apego a nosotros mismos y a los fáciles
compromisos con el mundo, para estar, como Tú, siempre dispuestos a cumplir
sólo la Voluntad del Padre.
Y
mientras queremos confiarte, Madre dulcísima y misericordiosa, nuestra
existencia y vocación cristiana, para que Tú dispongas de ella para tus
designios de salvación en esta hora decisiva que pesa sobre el mundo; nos
comprometemos a vivirla según Tus deseos particularmente en cuanto se refiere a
un renovado espíritu de oración y de penitencia, a la participación fervorosa
en la celebración de la Eucaristía y al apostolado, al rezo diario del Santo
Rosario y a un austero modo de vida, conforme al Evangelio, que sirva a todos
de buen ejemplo en la observancia de la Ley de Dios y en el ejercicio de las
virtudes cristianas, especialmente de la pureza.
Te
prometemos también estar unidos al Santo Padre, a la Jerarquía y a nuestros
Sacerdotes, para oponer así una barrera al proceso de oposición al Magisterio
que amenaza los fundamentos mismos de la Iglesia.
Bajo
tu protección queremos ser también los apóstoles de esta hoy tan necesaria
unidad de oración y de amor al Papa, para quien Te suplicamos una especial
protección.
Finalmente
Te prometemos conducir a las almas con las que entremos en contacto, en cuanto
nos sea posible a una renovada devoción hacia Ti.
Conscientes
de que el ateísmo ha hecho naufragar en la fe a un gran número de fieles, que
la desacralización ha entrado en el Templo Santo de Dios, que el mal y el
pecado invaden cada vez más el mundo, nos atrevemos a levantar confiados los
ojos a Ti, Madre de Jesús y Madre nuestra misericordiosa y poderosa, e invocar
también hoy y esperar de Ti la salvación para todos tus hijos, oh clemente, oh
piadosa.
CONSAGRACIÓN
DESDE EL VIENTRE MATERNO
María,
como un embrión que se va gestando en el vientre de su madre, me vengo a
colocar en tu vientre bendito en un acto de amor y de obediencia a la Voluntad
del Padre, mi Señor Jesús, que me dice: «hijo ahí tienes a tu madre».
Con
este fin te consagro cada uno de mis órganos, miembros, sentidos y potencias:
el entendimiento, la memoria y la voluntad, el inconsciente y subconsciente. Te
consagro cada uno de los dones, virtudes y carismas con que el Padre creador ha
adornado mi ser: mi libertad, mi imaginación, mis instintos, mi capacidad para
amar y para elegir, mi capacidad de movimiento, los tiempos y espacios en que
transcurrirá mi existencia.
Te
consagro todo lo que ha de ser mi niñez, mi adolescencia, mi juventud y mi
madurez. Aprenda a caminar de tu mano hacia Dios. Aprenda a reír, a encontrar
el conocimiento y el sentido de una lágrima, aprenda en Ti a triunfar y
fracasar; a esperar, a escuchar y respirar, a mirar y gustar y así no caer en
el desorden de los sentidos.
Crezca,
Crezca, pero no yo sino tu Hijo bendito en mí, para que todo mi ser vaya
creciendo igualmente en la fe, la esperanza y la caridad, en amor hacia mi
Padre Celestial, hacia mis padres en la tierra, comprendiéndolos, respetándolos
desde su propia historia; crezca en amor hacia todos mis hermanos en el mundo,
en especial hacia los más pobres y desamparados.
Crezca
en mi tu pureza, tu castidad y tu virginidad. Hazme crecer en la justicia, la
sabiduría y la prudencia para ser un joven y más tarde un hombre verdaderamente
libre, verdaderamente feliz, no una víctima de los vicios, idolatrías y esclavitudes…
de la muerte en vida. Mi condición futura: soltería, matrimonio, viudez o vida
consagrada, de estudiante, trabajador, profesional o ama de casa, sea vivida en
perfecta armonía con mi Padre del Cielo, no haciendo idolatrías de ninguno de
estos estados de vida, como tampoco de los dones, gracias y carismas que Dios a
través de Ti vaya desarrollando en mí.
Haz
crecer también en mí el amor y el deseo que tuviste en el hacer siempre la
Voluntad del Padre, al igual, que en la fortaleza para aceptar de Dios no solo
los bienes, sino también los «males» (cf. Job 1, 21: 2, 10), y la sabiduría
para entender que no son males, porque un Padre no quiere el mal para sus
hijos.
Y
por último Madre, coloco en tu Corazón Inmaculado mi vejez. Ensáñame a
envejecer, a vivir con ánimo seguro y confiado este bello momento de la vida,
como Tú lo viviste, confiando en el Padre, no en los hombres o en las
dificultades de la vejez; y si alguna vicisitud surgiera en ella, poderla
afrontar con entereza de ánimo como un digno Hijo de Dios, como un verdadero
Hijo tuyo, con espíritu de oblación y sacrificio, de Eucaristía, como tu amado
Hijo, mi Jesús; y no sea yo, sino Él en Mí.
Y
junto a la vejez, te consagro también a mi hermana muerte corporal. Sea ella
una continua experiencia de vida en Cristo, un morir para vivir, Y en el último
suspiro, sea tu Hijo Jesús, su cuerpo místico expirando en mí, muriendo en mí a
todo lo que no sea de Dios. Y en ese bello momento seas Tú dándome a luz para
la vida eterna, para la Nueva Jerusalén, para el abrazo final del Padre.
En
fin Madre, que mi experiencia de vida cristiana sea un hundir mis raíces en Ti,
respirar en Ti: Tierra Nueva, para que entrelazadas mis raíces a tus raíces,
tus propias virtudes, pueda obtener de ti el fruto bendito de tu vientre:
Jesús. Amén. Amén
CONSAGRACIÓN
A MARÍA
Virgen
María, Madre mía, me consagro a ti y confío en tus manos toda mi existencia.
Acepta mi pasado con todo lo que fue. Acepta mi presente con todo lo que es.
Acepta mi futuro con todo lo que será.
Con
esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he
recibido de Dios. Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón. Deposito en
tus manos mi libertad; mis ansias y mis temores; mis esperanzas y mis deseos;
mis tristezas y mis alegrías.
Custodia
mi vida y todos mis actos para que le sea más fiel al Señor y con tu ayuda
alcance la salvación.
Te
confío ¡Oh María! Mi cuerpo y mis sentido para que se conserven puros y me
ayuden en el ejercicio de de las virtudes. Te confío mi alma para que Tú la
preserves del mal. Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya: hazme
conforme a Cristo, ideal de mi vida. Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi
juventud, para que Tú me ayudes a no envejecer en la fe. Te confío mi capacidad
y deseos de amar. Enséñame y ayúdame a amar como tú has amado y como Jesús
quiere que se ame.
Te
confío mis incertidumbres y angustias, para que en tu corazón yo encuentre
seguridad, y sostén y luz, en cada instante de mi vida. Con esta consagración
me comprometo a imitar tu vida.
Acepto
las renuncias y sacrificios que esta elección me comporta, y te prometo, con la
gracia de Dios y con tu ayuda, ser fiel al compromiso asumido.
Oh
María, soberana de mi vida y de mi conducta, dispón de mí y de todo lo que me
pertenece, para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.
¡Oh
María! Soy todo tuyo y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre. Amén
OTRA
CONSAGRACIÓN CORTA TRADICIONAL
Bendita
sea tu pureza
y
eternamente lo sea.
Pues
todo un Dios se recrea
en
tan graciosa belleza.
A
ti Celestial Princesa
Virgen
Sagrada María
yo
te ofrezco en este día
Alma,
vida y corazón.
Mírame
con compasión
No
me dejes Madre mía
CONSAGRACIÓN
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Adorable
Corazón de Jesús, el más tierno, el más amoroso, el más tierno de todos los
corazones. Lleno de gratitud ante tus beneficios, vengo a consagrarme
enteramente y sin reservas a Ti. Permíteme ser dócil instrumento para hacer tu
Divina Voluntad.
Deseo
dedicar todas mis fuerzas a ganar en todo lo posible todos los corazones para
Ti.
Recibe
hoy mi corazón, Oh Jesús. Más bien hazte cargo del mismo, cámbialo, purifícalo;
hazlo digno de Ti, humilde , tierno, paciente, fiel y generoso como el tuyo,
inflamándolo con el fuego de tu amor. Guárdalo en tu Divino Corazón, junto con
todos los corazones que te aman y están consagrados a Ti. Antes prefiero morir
que herir tu adorable Corazón.
Tu
sabes, Oh Corazón de Jesús, que el deseo de mi corazón es amarte siempre y ser
todo tuyo en vida y en a muerte, en el tiempo y la eternidad. Sacratísimo
Corazón de Jesús, ten misericordia de mí. Sagrado corazón de Jesús, en Ti
confío
Piruleta
En ellos se cumple la profecía de Isaías: ‘Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane’.
»¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron» Mateo 13, 10- 17.
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